UN CANTO DE AMOR EN LAS TINIEBLAS
REALIZADA POR: Celestino González Herreros

El gorrión cayó para siempre, está abajo en el frió asfalto. Descansa aquel trovador de tantas serenatas vespertinas y que llevaran a su amada la ilusión de vivir... Ahora todo será un silencio sepulcral hiriente, como un lamento constante, que ha muerto el gorrión de los sueños y de tantos despertares risueños
Ya todo está mustio, tortuoso silencio; no canta en la enramada, todo está triste si no se oye su matinal canto.
Abre tus alas y levanta el vuelo, gorrión,
surca los aires de nuestro poético valle
y permíteme que en cualquier rincón te halle…
¡Avísame cuando detengas tu vuelo!
Estaré impaciente esperándote
donde los naranjos que abundan florecen
y en sus ramajes otros gorriones se mecen,
donde con sus trinos están llamándote.
Abre tus alas plateadas y mira al cielo
no interrumpas ahora tu nostálgico canto,
que nunca cunda en ti el desencanto
y que pensar en mí te sirva de consuelo.
Cuando tus alas abatidas por el cansancio
decidan detener tu marcha y refugiarte,
regresa a mi lado, amor…para ayudarte
y reparar en ti las fuerzas perdidas.
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