ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros

Lo de El Japón no sé cómo calificarlo. Aparte de lo dramático por sus devastadoras consecuencias, también por los futuros riesgos que puedan derivarse, la impotencia general que ha generado en los distintos países de la Comunidad Internacional queriendo ayudarles.
También en España se han dado casos lamentables, anteriormente, los ríos y riadas desbordadas, las lluvias copiosas y persistentes y el lamentable lodazal anegando ciudades enteras, minando todo su entorno, calles, casas, locales comerciales, escuelas, etc. Toda la geografía española ha estado alerta, lluvias, vientos, nevadas, corrimientos de tierra o nieve y cuantos fenómenos atmosféricos surgidos consecutivamente. Ha sido inevitable y muy doloroso.
Lo que no admite consideración, en otro orden de exposición, es la complicidad y alevosía de tantos “parásitos” y corruptos ciudadanos alterando nuestra convivencia nacional y la tranquilidad aquella que nos permitía vivir sosegadamente y en paz, de alguna forma, sabiendo que nuestros impuestos eran respetados para lo que fueron solicitados y no, para enriquecer aun más a los buitres de nuestro sufrido suelo… Eso también es lamentable. ¿Y la Justicia? ¿Qué piensan hacer con tantos golfos, habrá sentencias firmes? Y mañana ¿qué? ¿Va a ser igual, seguirán los corruptos viviendo a sus anchas, sembrando la desconfianza y robándonos?.. En cada bando hay pillos.
En la conciencia de nuestros políticos está el germen; no sé si habrá vacunas para inmunizarnos, si no acabaremos todos nadando en la misma anarquía institucional, si vamos a ser todos iguales.
El reclamo que hago de tantos desafueros, es la clara voz de la conciencia de nuestros sufridos conciudadanos y de la mía propia, hartos de soportar tanto descaro y el consiguiente malestar que sufrimos.
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