ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez

Creo que en los tiempos tan difíciles en los que vivimos, no es el momento de hacer sonar las chácaras y las panderetas. Los partidos políticos deben ser mas comedidos en sus campañas electorales, y controlar sus gastos, salvo que existan empresas solventes que patrocinen estos actos a cambio de tener parte en el reparto de la “tarta municipal” que de todo puede haber.
La convocatoria tenía legar en el barrio de La Cruz Santa , lugar donde los nacionalistas realejeros, intentan sumar votos, y viendo el contenido de dicha carta, sin pensármelo dos veces, rehusé dicha misiva al buzón de CC-PNC, lugar de donde me la enviaron.
Ahora, se darán cuenta quienes intentan convencerme, que sus intenciones no eran nada claras, y que pretendían a cualquier precio, comprar mi silencio, y evidentemente, se han equivocado, porque ninguno de los delfines que ese grupo político tiene en Los Realejos, quiere y defiende más a este pueblo que este humilde servidor, muchas veces presionado desde el “poder” y que no podrán derrotar, mientras por mis venas corra sangre.
Otros los más atrevidos ya no sólo engañan al electorado con miles de mentiras y promesas incumplidas, sido que además, cada cuatro años intentan que el chollo de la política, no se le acaba, sin darse cuenta, que tarde o temprano, por la misma puerta que entraron, volverán salir, mientras el pueblo y sus habitantes, seguirán esperando todas aquellas promesas prometidas y no cumplidas, y temen perder una buena nómina mensual que no se merecen y que sale del erario público.
Hombres y mujeres de esta talla, sobran y deben de abandonar la política si recapacitaran con inteligencia, pues ya estamos cansados pero no agotados de oír cada cuatro años, a unos políticos nefastos, que sólo buscan llenar los bolsillos y subirse los sueldos cada vez que le venga en gana.
Es esta la forma más ridícula de llamarse defensores de nuestro pueblo. Una tierra y unas gentes sacrificadas, que ven como el dinero de sus impuestos, son las gastados y distribuidos sin el más mínimo respeto.
Por todo ello, hay momentos en que comos contrarios a cumplir con las urnas, dado que cada cuatro años, es cuando los mal llamados defensores de nuestro municipio, acuden a nosotros en busca del voto para asegurarse una buena nómina, y no por amor a la tierra en que han nacido.
Mis dudas tengo en estas elecciones, y aumentan muchos más, cuando vemos con total asombro, unas revistar a todo color con 142 fotografías, y que imprimirlas cuestan un ojo de la cara, mientras en los Servicios Sociales del ayuntamiento no hay ni un solo euro para ayudar a los más necesitados.
Mientras tanto, don Ricardo Melchior y su “tribu local”, acuden a los pies de la Virgen del Carmen en busca de protección electoral, sin respetar que la iglesia es lugar de oración y respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario