POR EL DESTINO DE NUESTRA COMARCA NORTEÑA
ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros

Separados así, no había fuerzas posibles para empujar el delicado fardo hacia el carro de toda la responsabilidad cívica, de haber estado unidos… Pero no hubo voluntad de hacerlo bien. Prefirieron lamentarse luego y seguir apeteciendo acabar por completo con lo poco que nos quede, sin dolerles prendas, que ya hallarán otro pastel en cualquier otro lugar donde les brinden otra nueva oportunidad y sigan abasteciéndose económicamente cual aprovechados mercaderes sin escrúpulos.
Ellos son así, sufren una patología contaminante, degenerativa…
Ahora bien, pese al deterioro actual y lo difícil de la situación económica y demás hierbas, cuando llegue la fecha de los comicios, no volvamos a caer en los mismos errores, no seamos sentimentales e incautos, que las personas son una cosa muy distinta a los políticos capaces de comprometerse con sus conciudadanos y que sepan o no, cumplir lo que ofrecen. Y si no, mejor no ofrezcan nada y trabajen más para arreglar los desperfectos hallados y recuperemos algo, si quisieran, de todo cuanto hayamos perdido en la reyerta. Esta vez vamos más en serio, seremos los verdaderos responsables de cómo nos vaya en el inmediato futuro que se nos avecina. Instruyámonos más cada día
Y lo de unirse los municipios del norte es el primer paso que hay que dar antes que se aproximen más esa fecha decisiva para poder consolidar el definitivo destino de nuestra Comarca Norteña.
Entre tanto, seamos optimistas, que la crisis económica actual, eso es otra cosa… Optimistas averiguando en realidad cuales son los candidatos por quienes hemos de votar y qué garantías nos ofrecen.
También la diplomacia y el respeto hacia los demás, las buenas formas, suelen despejar la mente y ablandar el corazón. Que no sean las fechas venideras, antes de las votaciones, el comienzo de una guerra sin cuartel, que eso si ciega y al final las gentes acaban sin saber por quienes se decidirán.
Nuestra postura debe ser positiva, no dejarnos engañar y darle lo mejor de nosotros a quienes en realidad se lo merezcan. Acudamos todos a la cita con un solo propósito: alimentar nuestras fuerzas y la lógica, calladamente, pero firmes en nuestras sanas aspiraciones. Salvar al Norte de Tenerife con nuestro voto, esta vez unido al de nuestros vecinos. Los municipios del norte una vez consensuados moralmente, aunque cada cual luego siga conservando sus propias doctrinas políticas. ¡Primero salvar al Norte!
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