ARTÍCULO DE: Lorenzo de Ara

Zapatero promete una sorpresa. Y comienza el juego. El mismo juego. El PP cada vez más nervioso, más callado, en la inmutabilidad de los sueños imposibles. Querer y no poder. Acomplejada la derecha en la derrota y humillada en la espera. La encuesta de El Mundo se hace por tres motivos: desternillar a los socialistas, desnudar a los peperos pancarteros y quitarle la comida al EGM. ¿No?
Nada como una buena encuesta para una mañana de domingo rutinaria y primaveral. Después del sábado anti ETA. Después del sábado con Rubalcaba tan presente. Todo se embrutece. De nuevo una llamada a las urnas para que los higadillos de la democracia se espacien por el asfalto.
Encuestas, periodismo de investigación, corruptos en las listas, terroristas que han perdido la sombra y las huellas dactilares. Los españoles quieren ir a votar, pero el inquilino de la Moncloa ya no es de este mundo, es etéreo; no necesita una papeleta sucia, arrugada, violada. Zapatero no sabe de lo que estamos hablando. Ni siquiera se percata del silencio.
Una encuesta a tiempo nos devuelve la alegría de la vida. Mariano ya es presidente, y por esa razón no pisa la calle. En las chisteras se fabrican las mejores encuestas. ¿Lo dudan?
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