domingo, 28 de noviembre de 2010

ART. DE UN PORTUENSE,

RECIBIDA DE: Celestino González Herreros

A UN GRAN PIANISTA
Quietud absoluta, frente al piano, tú,
Erguido, pidiéndole con la mirada,
una noche de amor.
Lanzaste, el preludio
de unas notas,
que fueron, puñaladas, de caricias,
se estremeció del gozo
aquel teclado,
con el ardiente tacto, del artista.
Y las notas, saltaban,
cual si fuera
bandadas de sutiles mariposas,
tus manos, recorrían locamente
el marfileño, tono, de su boca.
Y el grito apasionado,
en increscendo,
que el éxtasis de amor,
de aquel teclado,
para quedar, en un dulce
pianísimo, última nota, ¡que le arrancaste
al piano!


ASUNCIÓN FUENTES DELGADO 29-04-2000

No hay comentarios:

Publicar un comentario