lunes, 10 de enero de 2011

LOS REALEJOS AL DÍA,

UNA CENA DE FIN DE AÑO LLAMATIVA

ARTÍCULO DE: José R. Peraza y de E. Domínguez

Un viejo amigo y compañero de nuestra profesión, me envió la grabación de una supuesta cena de Fin de Año de un hotel de estas tierras isleñas.

Me llamó poderosamente la atención de cuanto pude ver en esa cinta, y me reservo muchas cosas que no puedo comentar. Pero lo que si pude ser fue unos trozos de langosta sobre un rectángulo de cerámica, decorada con unas hojas verdes y una salsa roja. Me pareció la fuente en que estaba decorada, una patera blanca con poco sentido del profesional. Y punto. La salsa no se de que estaba hecha pero creo que para acompañar a unos pequeños medallones de langosta hay otras salsas como bien puede ser una buena vinagreta, que perfectamente le va a ese plato
.
Otros de los géneros que veo en las imágenes, es una carne, colocada sobre una amplia placa de aluminio, una al lado de la otra que me hizo recordar las comidas que se servían en Hoya Fría a la tropa. Marcadas en la parrilla y a la espera de
En otra placa del mismo tamaño habían colocado el pescado, y unos de los cocineros que allí trabajaban los cubrió con una salsa blanca que sacaba de un cubo de muy mala manera. Pienso que esa salsa pudo haber sido leche no se si de oveja, cabra o baca, sólo que daba esa impresión por su ligereza. Y creo que cualquier persona que haya trabajado en la cocina, al ver este forma de trabajar se le caería la pipa al suelo. Ósea, todo dispuesto para un zafarrancho.

Tras de las imágenes que también me llamaron la atención fue ver el montaje del comedor. Las sillas no se sabían si eran de cedro, roble, mimbre o tea, ya que un “traje hecho a medida” las cubría por completo, dándole un aspecto carnavalero en ves de navideño. En el centro de las mesas, un ridículo ramo de flores, donde abundaba el verde y unas simples rosas rosadas.

La decoración del comedor era muy escasa y de mal gusto. Se habla de un sorbete de frutas que no se ve en el reportaje y de un postre que tampoco aparecen imágenes. Debe ser que era muy pobre.

Mi opinión es que si había intención de presentar los distintos platos, se hiciera hecho de forma individual, al igual que se hizo con la langosta. Es decir: el primero, segundo, tercero, cuarto y quinto. Porque resultaba ridículo ver aquellas placas llenas de carne y otras de pescado, dando la impresión de pobreza y mal gusto de los responsables.

Y como las opiniones son libres yo a los máximos responsables les daría un doble cero (00) porque están dejando esta hermosa profesión a la altura del betún.

Gracias al profesional que me sirvió tan tristes imágenes, pero en la viña del señor hay de todo.

Esperemos que lo visto sea por culpa de la crisis. Y sólo me faltó saber que precios tenía ese menú y por barba.  

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