jueves, 20 de enero de 2011

LOS REALEJOS AL DÍA,

TIGAIGA, DESDE LAS FALDAS DEL TEIDE HASTA EL MAR

ARTÍCULO DE; Esteban Domínguez

Más del 50% del suelo de nuestro municipio está protegido por la Ley de Espacios Naturales de Canarias, sin duda alguna, pero su espacio natural más importante es sin duda, la   cordillera de Tigaiga, que se extiende desde las faldas del Teide, hasta la zona costera y presenta los más variados tipos de vegetación que se encuentran en nuestra Isla.

Ya lo ha dicho Isidro Felipe Acosta en muchas ocasiones, el que resalta la fauna que encierra  este espacio natural y de gran importancia,  destacando además  y por su interés especies endémicas como las palomas Rabiche y Turqué y el Pinzón Azul del Teide.

Otro lugar de privilegio es el Barranco de Ruiz, declarado Sitio de Interés Científico.

Todo lo que se quiera añadir sobre Los Realejos es poco, pero no en el sentido peyorativo de la palabra, sino además, el hombre debe de poner los cinco sentidos sin subirse a las copas de los árboles más cercanos con el fin de sobresalir. Cautelosos `por encima de todo, y con mucho tacto tenemos que ser y sentir lo que afirmamos, y no caer en la trampa de imágenes bellas si luego se van apagando con el tiempo y la desidia.

Asi, a nuestro paso encontramos importantes nuestras de cómo era esta tierra, y como está en el presente. El hombre casi siempre desconsiderado con la naturaleza y lo que Dios nos ha dado para disfrute y gozo de todos, ha cometido grandes errores, y no se trata ahora de traer aquí las ideas de Gaudid, el gran arquitecto Catalán para reparar los grandes daños causados no solo a nuestra arquitectura popular, sino los atentados de ignorancia contra la naturaleza. Veamos sino como está actuando o se está aplicando la Ley de Costas, y Chovito es un ejemplo de los muchos fallos humanos cometidos por el hombre de nuestros días.

También con la naturaleza se han cometido graves errores, sobre todo politicos. Y ahí están. Nadie quiere dar el brazo a torcer, pero a la hora de la verdad no podemos andar con medias tintas. Hay que ser claros y contundentes, poner las cosas en su sitio y ser sobre todo, exigentes con quienes nos exigen y no se aplican los mismos criterios asi mismos.

 En resumen, Los Realejos tiene mucho que conservar en el apartado natural, y mucho que recuperar en el arquitectónico, aunque ya agua pasada, no mueva molino como bien dice el refrán.

De cualquier forma, reconocemos y ante nuestros ojos está, que los políticos han metido el guante de hierro, no sin antes respetar nuestra arquitectura popular y cultural, y eso es ahora, más que nunca, cuando la echamos en falta, ante tanto hormigón, hierro y cemento.

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