viernes, 18 de febrero de 2011

ART. DE UN PORTUENSE,

LOS DE AQUÍ NOS VAMOS A TRABAJAR FUERA Y LOS DE AFUERA VIENEN A TRABAJAR AQUÍ

ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros

Nosotros como emigrantes, ellos como comunitarios. Se nos adelantaron en el tiempo y con las consiguientes ventajas educacionales... Ahora bien, nosotros les enseñamos hablar el español y si no sabemos hablar alemán, por ejemplo, de poco nos iban a servir nuestras cualificaciones por muy buenas que estas fueran y si no sabemos hablar y escribir el idioma alemán no habrá trabajo “cualificado” y quienes nos enseñen gratis esos estudios como nosotros a muchos de ellos les instruimos y enseñamos nuestro idioma, gratis y con ayudas oficiales.

Si no tenemos dinero aquí, adónde vamos… Digo yo: y los puestos de trabajo clasificados que ejercen los extranjeros aquí, ¿por qué no los permutamos, cada cual en su país de origen?  Acaso no sería una válida solución?.. Menos frío, más integración familiar, menos hogares rotos, menos gastos en viviendas y pensionados, transportes, papeles oficiales, viajes…

¿Qué por qué no sabemos hablar alemán, inglés, francés, ruso, chino, etc.?  Porque estábamos muy ocupados sacando adelante a nuestras islas, a nuestro país para que otros más avispados se forraran…
Si  querías estudiar alemán u otro idioma, tenías que pagarte las clases y siempre no hay posibilidades económicas, ni ayudas estatales. Además, estábamos ocupados en el trabajo que entonces había, si no, lo buscábamos sin tantas historias y haciendo horas extras para sobrevivir y atender las obligaciones familiares. Cuando no, estudiando en el Instituto o en la Universidad. Bueno, todo esto viene a colación de que si quieres trabajar tienes que hacer las maletas y buscarte la vida como sea, estés o no estés “cualificado”, según.. Que no todos fueron a la Universidad, esos son los menos. Y los otros, ¿qué? También tienen derechos adquiridos y obligaciones. Tienen responsabilidades ineludibles y necesitan trabajar y donde más cerca tengan las oportunidades de hacerlo.

El factor emigración hay que conocerlo bien, es un paso muy serio y los desengaños que se sufren son muchos, no son todos los caminos color de rosas, ni la suerte como quieran presentárnosla... Nosotros los canarios, por tradición conocemos bien ese asunto, han sido siglos de experiencias; y los desprecios recibidos no se olvidan, ni las pretensiones, ni los abusos... Fuera de casa nos tratan distinto, por muy cualificados que estemos en todos los sentidos. A menos que te emparejes maritalmente y hagas vida distinta, con todos los derechos que ello conlleva. En cambio, con las familias desestructuradas aquí, habrá un profundo abismo infranqueable, a veces, las distancias…

No soy un derrotista y nunca tuve miedo a emigrar, claro que ir a América no es igual que ir a Europa, hay ciertas diferencias, las culturas y los sentimientos, la idiosincrasia de cada país y sus respectivas ambiciones… Cuando yo emigré a Venezuela todo era distinto. Y a propósito, no me fui a matar el hambre, pero eran tiempos muy difíciles, parecidos a los actuales y con menos paro obrero... Fui muy joven, igual que muchos más, con muchas ilusiones… Y debo decir que me trataron normalmente, otros se fueron a Europa y no dicen lo mismo que yo, claro que eran y algunos aún lo son, países distintos, más pobres y muy golpeados por los conflictos bélicos. Hoy, actualmente, es igual y hasta peor la convivencia y el factor trabajo en América, todo hay que decirlo. Pero, lamentablemente, tenemos que salir de aquí, de nuestro querido terruño, donde lo que tenemos vale tanto sentimentalmente y nos duele dejar…

¿Y nuestras Pensiones? ¿Y nuestras familias? Lo que tienen o tenían que haber hecho nuestros “cualificados” políticos, fue pensar en nosotros más seriamente y en los descendientes nuestros, en nuestros viejos que tanto lucharon y tantos murieron sacrificando sus vidas, para que viviéramos mejor, sin tantas desconfianzas y penurias, más decentemente.

Menos alegar y más trabajo es lo que necesitamos. Sólo pedimos eso para nosotros y luego que nos dejen trabajar, que la caridad bien entendida comienza entre nosotros mismos y aún así, siempre nos van a faltar “representantes” que se preocupen y conserven lo que hayamos logrado y lo cuiden. Necesariamente, acabar con los especuladores y dar vía libre a tantas buenas oportunidades que se nos han ofrecido a través de los años

Ahora nos salen con esta, como si fuéramos unos borregos: ¡A emigrar! Y así les aliviamos el trabajo de sus obligaciones a los responsables de nuestro futuro económico y social… Que lo que nos está sucediendo desde hace unos diez años, ha sido por descuidar las verdaderas obligaciones adquiridas, para entregarse “alegremente” al ridículo juego de la política casera y aventurera, la constante y ridícula lucha por no perder un solo escaño… y seguir como siempre, peleándose como chiquillos en medio de la calle, insultándose verbalmente y ensuciando el suelo donde pisamos…

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