domingo, 17 de abril de 2011

DESDE EL MUELLE,

UNA CENA BENDECIDA EN EL PUERTO DE LA CRUZ

ARTÍCULO DE: Agustín Armas Hernández
El sábado 2 de abril se celebró en el Salón Teide de los Apartamentos Palmeras Playa (Puerto de la Cruz), una cena benéfica, pro restauración de los retablos del Gran Poder de  Dios e Inmaculada. El buen y bien organizado evento fue muy elogiado por el numeroso y selecto público asistente a este significativo acto. La decisión de realizar una comida, en vez de cualquier otro medio de recaudar fondos  para la reforma, fue  mentada por los miembros de La  Hermandad del Gran Poder de Dios y aprobada por el Señor Párroco de Nuestra Señora de La Peña de Francia, Reverendo  Padre Ángel Castro (O S A). ¡Todo un éxito!
El salón comedor se llenó “hasta la bandera”.  Al encuentro, que resultó ser fraternal, acudió el Señor Obispo de la Diócesis Nivariense Don Bernardo Álvarez Afonso. Su Eminencia compartió mesa  con varios párrocos de pueblos del entorno portuense,  así como, con varios seglares. Mencionemos a algunas de estas últimas personas: la Directora General del Patrimonio y su esposo; la primera teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, Sandra Rodríguez; el director de los Apartamentos Palmeras Playa y su esposa y la ex alcaldesa de El Puerto de la Cruz, Lola Padrón. De entre los sacerdotes que compartían con el prelado se encontraba el Padre Ángel Castro, alma y promotor de la restauración  de los retablos. A él se deben, al igual, los  otros  arreglos y reformas que, para bien de la iglesia, se han efectuado últimamente. En esta cena, poco pudo  disfrutar el activo e inquieto párroco de la Peña de Francia; tuvo que hacer de relaciones públicas: recibiendo a los invitados, atendiendo a los comensales, coordinando y participando en la venta de las rifas, etc., etc. 
A esta cena benéfica acudieron, además, varios  ediles de la primera  Ciudad Turística de Canarias. El señor alcalde no pudo  asistir, mandando sus disculpas y lamentando no poder estar presente, puesto que se encontraba en Madrid. No obstante, estuvo representado, como ya he mencionado, por su teniente de alcalde, Sandra Rodríguez.            . 
En una mesa a  la diestra del Señor  Obispo y en animada tertulia, se podía ver a la distinguida y querida familia Cólogan. Sus ancestros irlandeses, concretamente, Walsh o Valois, fueron los que donaron a la Iglesia de La Peña de Francia  el retablo  de la Inmaculada, llamada de los irlandeses. El valioso y artístico trabajo es básicamente de estilo barroco. Se cree, otros lo aseguran, que es el más antiguos e interesante de cuántos existen en el templo parroquial. La ofrenda, de dicho retablo, tuvo lugar a finales del siglo XVll. En él se encuentra ubicada, además de la Inmaculada y Santa Rita,  la imagen de San Patricio, patrón de Irlanda,   Santo muy venerado en esa la isla.
Los actos programados comenzaron con una  introducción musical, a cargo de la amena y bien dotada parranda de “Los Jueves”, que  también asistió a la fiesta benéfica. A continuación bendijo las mesas el Señor Obispo, culminó su intervención con muchos  aplausos.
El menú fue el siguiente:
1º Plato: Crema de Calabaza con  menudillo de Queso Tierno y Aceite de  Cilantro.
  Plato: Cóctel de Mariscos.
3º Plato: Solomillo de Cerdo con Salsa de Champiñones, Papas Duquesa y Verdura Mixta.
  Postre: Quesillo Canario con Nata y Salsa de Caramelo.
  Bebidas: Vino Tinto y Blanco, Refrescos. Agua y Sidra.
Al terminar la exquisita y abundante comida se efectuaron diversos sorteos entre los asistentes. Los premios fueron donados por diferentes empresas y particulares de la ciudad portuense y de otros pueblos de la isla. Muchos de los afortunados obtuvieron  premios sustanciosos o de gran valor artístico y monetario.  Patas de jamón serrano, cuadros pintados por artistas famosos, mantelerías canarias bordadas a mano,  plantas ornamentales naturales,  preciosas joyas labradas, prendas de vestir de calidad, etc. Fueron algunos de los artículos donados para el citado sorteo.
El Señor Obispo de la Diócesis, que llevaba un buen semblante, se fue un poco antes de terminar la fiesta.  Se quiso  marchar  callada y sigilosamente pero el público, que lo descubrió, lo despidió con nuevos y calurosos aplausos.  
¡Así se hace parroquia!, comentó alguien del público emocionado y satisfecho. ¡Qué se repita!, comentaban otros al concluir tan estupenda cena y agradable velada. Yo digo con ellos, también, ¡fue estupendo!
El párroco clausuró el importante acontecimiento diciendo: mucho queda por hacer pero,  con la colaboración de todos, la restauración de los retablos será realidad muy pronto.  Se calcula en cinco meses y comenzará después de Semana Santa.
 Fotos:
De izquierda a derecha en la parte superior:
Párroco de la Inmaculada Concepción de La Orotava con otro sacerdote, Señor Obispo compartiendo mesa y la misma mesa con el párroco de La Peña de Francia.
De izquierda a derecha en la parte inferior:
Familia Cólogan, parranda  “Los Jueves” y miembros de la familia Cólogan.

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