viernes, 28 de enero de 2011

ARCHPIÉLAGO GULAG,

EGIPTO, JIMÉNEZ DE PARGA, MÉXICO

ARTICULO DE: Lorenzo de Ara

Los egipcios se mueven. Pero Egipto no es Túnez. A los diez millones de tunecinos muy hartos y asqueados, sume usted más de 80 millones de egipcios. Y no olvide, por favor no lo haga, que Egipto es el líder del mundo árabe, y que allí, en tierra de faraones, el Nilo siempre presente, los radicales musulmanes sí tienen fuerza, y ganas, muchas ganas de morder a Occidente.

Por esa razón en Estados Unidos y en la pobre y sumisa Europa se vive con mucho temor lo que pueda acontecer en Egipto. Mubarak tiembla, pero con el apoyo de la todavía única superpotencia del mundo, y con la no menos importante colaboración de Israel (único país con gobierno democrático de Oriente Próximo), la estabilidad del gigante (más de un millón de kilómetros cuadrados) se mantendrá cueste lo que cueste. ¿Cómo? El Gobierno se verá obligado a experimentar reformas urgentes. Occidente sí se la juega en Egipto. Túnez, Yemen, Omán, Argelia, Marruecos y Libia apenas perturban el descanso casi eterno de Europa. Algo más preocupante es lo que pueda suceder en Siria o Jordania.

Para saber más, al sapientísimo lector le recomendamos leer en El mundo del 27 de enero al analista de “The Guardian”, Simón Tisdall.

Y aprovechando que se nos presentan unos buenos días para la lectura, en el mismo periódico se puede disfrutar y aprender (de paso) de una sabia reflexión del Manuel Jiménez de Parga, jurista y ex presidente del Tribunal Constitucional. “…Según el artículo 6 de la Constitución, los partidos políticos han de tener una estructura interna y un funcionamiento democráticos. Sin embargo, en la presente situación, y por diversos motivos –entre ellos una mala legislación electoral- ni la estructura interna ni su funcionamiento son conformes con las ideas democráticas, por muy poco que se sea exigente al considerar la vigencia de éstas. Quizá lo que ahora tenemos sean partidos de empleados, militantes sometidos a una disciplina parecida a la que rige en las empresas mercantiles…Simplemente anoto que unos partidos de empleados no fue lo que imaginamos que funcionarían en España 30 años después de Franco”. De Parga no deja en el tintero a los sindicatos, autonomías y Justicia.

Y ya que el tiempo es propicio para la lectura y la reflexión, Isaac Leobardo Sánchez Juárez, profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad de Juárez,  realiza una aportación valiosa para que el lector descubra qué está ocurriendo en México, otro país muy importante para España. Su artículo: “La economía mexicana no remontará el vuelo”  en libertaddigital.com despierta el interés e invita a que reflexionemos sobre lo que acaece en un país hermano que por derecho está en el G-20. Leobardo dice: “El bajo crecimiento tiene su origen en factores internos y externos. En el plano interno, la principal razón se encuentra en un proceso de liberalización incompleto y en la pervivencia de muchos rasgos del modelo autoritario que prevaleció en el país por más de cincuenta años. Cuatro de ellos están siendo difíciles de erradicar: la cultura de la corrupción, el paternalismo, el corporativismo y el rentismo”. ¿Les suena, verdad?

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