viernes, 28 de enero de 2011

ART. DE UN PORTUENSE,

POSANDO JUNTOS ANTE LA CÁMARA FOTORÁFICA DOMINGO RODRIGUESZ DEL ROSARIO
ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros
Una tarde, da igual la ocasión, nos encontrábamos en la antigua casona de San Luís, en Santa Úrsula, bellamente restaurada y acertado lugar de encuentro de poetas, pintores, músicos, etc., donde se han celebrado ingente cantidad de reuniones artísticas. Lugar abierto al público en general, para quienes quieran deleitarse en momentos señalados. Y cuyo enclave cultural, pienso que siga a cargo del amigo Domingo Rodríguez del Rosario.
Aquel día de nuestra foto, tomada por mi hijo Celestino, con su mágica cámara, nos sorprendió hablando sobre lo mismo, el Arte… medio asomados en una de las ventanas, regalo para la posterioridad y, sinceramente, cuando veo esa foto, recuerdo que los amigos existen, aunque digamos, a veces, todo lo contrario.
Domingo del Rosario, tan popular y buena gente, allá en Santa Úrsula, sabe ganar amigos, y donde quiera que vaya, es una persona, tal vez, excesivamente correcto y muy comedido, pero no olviden nunca, su gran sensibilidad humana. Cómo quisiera él, dar un definitivo mensaje al mundo, de solidaridad y amor, al mundo entero, tan falto hoy de esos sentimientos.
Juntos hemos recitado, algunas veces, poemas inéditos nuestros, precisamente en San Luís, en ese lugar envidiable y propio para eventos selectos, como es el Arte en todas sus bellas manifestaciones. Allí he conocido gentes de ese Municipio, de los cuales conservo la impresión, aún, de aquellos gratos momentos y múltiples recuerdos.
Moviendo viejos papeles hallé un poema de Domingo Rodríguez del Rosario y haciendo honor a su sincera amistad, se lo público a través de este medio, para que le conozcan mejor.
CANTO AL EMIGRANTE:
Soy Domingo del Rosario / el poeta popular / y hoy dedico mi cantar / a esos hombres solidarios // que tuvieron que emigrar / siendo su vida un calvario / y el sepulcro el ancho mar. // Dejando esposa y hogar / con el corazón partido / y sin poder regresar / a su terruño querido. // Aquel rosal florecido / junto a la piedra de lavar / que le hacía recordar / a sus seres más queridos. //Mas lleno de regocijo / se abrazaba al dulce empeño / y dijo: soy un isleño / y nadie puede conmigo. // Del corazón sus latidos / que le saltaba su pecho / ya daba todo por hecho / al ver su barquillo hundido. // De la tragedia testigo / y del hombre que le devora / y van pasando las horas / con lágrimas y suspiros. // Y en la tormenta negra / vieron un faro lejano / de Dios la potente mano / que rajaba las tinieblas. // Alguien dijo: ¡Tierra, tierra! / Bendito sea el Señor. / Miraba por estribor / con la luz de las estrellas. // Madre tiene la miseria / lanzó el hombre una plegaria / ya divisando la sierra / exclamó: ¡Viva Canarias! // Parece que aquella voz / de un isleño atormentado / se fundió con la de Dios / y aún no se ha apagado. // Hay que gritar: ¡Bravo, bravo! / Pues ya ha caído el telón / al ver la liberación / del canario y del esclavo.// Ganaba cuatro centavos / allá por tierras extrañas / mientras que la madre España / del hijo se había olvidado. // Pero hoy todo ha cambiado / y la cosa es más sangrante / tiene un problema el Estado / con los pobres emigrantes. // Será esto una quimera / de un poeta preocupado / que ya está viendo pateras / ¡caramba! por todos lados. // Quizás esto aquí suceda / porque es un paraíso / y el dolor sea preciso / y la angustia pasajera. // Pues que vengan los de fuera / empujados por el viento / y después te cuento un cuento / los de dentro van “pa fuera.”//
Poema de Domingo Rodríguez del Rosario. Publicado en el Periódico EL DÍA, el 25 de agosto de 2.005.

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