DE PUEBLO A PUEBLO
ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez
Un pueblo educado sabe muy bien diferenciar un discurso serio de una prédica demagógica. Y lo que algunos vieron el sábado día 11 en el Parque de “los Perros” fue algo muy similar. Con esto no quiero decir que la medalla de Oro de la Isla no se la merezca nuestra Banda de Música, que por otro lado es una Sociedad privada con un largo y brillante historial. La primera Banda de Música fundada en la Isla. Y sin ponerle cascabeles al gato es verdad que un pueblo educado prospera también en condiciones adversas. Eso es una cosa y otra muy distinta es que algunos aprovechados políticos se hayan dado cita en el mencionado parque para lucirse. Nunca tanta pompa para festejar una distinción que se tuvo que haber entregado al cumplirse los 150 años de la fundación de dicha banda de Música y no ahora: 13 años después de hacer cumplido el siglo y medio de vida.
Pero ya sabemos de donde se agarran los políticos en tiempos pre electorales.
Un pueblo ignorante es terreno cebado para la demagogia, y también un pueblo ignorante desperdicia sus recursos y se empobrece y como tal, vive de ilusiones.
Y como todo se sabe, pues hay quién dice que la fiesta acompañada de un frio lógico de diciembre, reunió a un grupo de gente, para escuchar la buena música de La Filarmónica.
Me alegro porque en esa cantera haga gente joven y entusiasta, pero me da lástima que los políticos quieran sacarle tajada a una institución a la que en años pretéritos, le dieron las espalda. Año 1997. Año en que esta Banda de Música cumplió 150 de andadura. Año en que fue olvidada, marginada… y en cuya cajo no entraba un duro ni del Cabildo, ni del Ayuntamiento.
Un pueblo educado prospera también en condiciones adversas. Y La Filarmónica paso por ese redil.
Ahora los políticos que no saben a que carro subirse en busca de un voto, acuden ya no sólo a las iglesias como nunca, sino además donde existen grandes aglomeraciones de público para lucirse y evitar que se les escape la teta.
Fuegos artificiales al son de la música, y otras cosas, no faltaron esa noche.
A poca distancia y muy próximo al viejo Molino de La Hacienda de los Príncipes, un voraz incendio se cebaba con una casa. Y por la empinada cuesta de la Calle del Molino parece que le costaba a los políticos allí presentes, subir la cuesta, quitarse la chaqueta y apagar las llamas. Eso sería mucho pedir en una noche marcada por el frío de diciembre.
Es espectáculo dicen algunos rayó u n buen nivel, pero el susto del incendio cercano nos recordó que el Realejo Bajo está cebado por los incendios desde el siglo XIX en adelante.
(Tres conventos. La parroquia de La Concepción , la ermita de san Sebastián y la Hacienda en tres ocasiones). Pero un pueblo educado debe de saber elegir a dirigentes honestos y competentes, sin necesidad de conciertos y marañas engañosas.
Tenemos en este municipio Casio 6000 personas en las listas del paro, y el los servicios sociales del Ayuntamiento no hay dinero para atender a quienes allí acuden diariamente.
En el parque de los Perros, se reúnen los políticos para celebrar la concesión de una Medalla más que merecida a nuestra Banda.
Pero un pueblo ignorante que desperdicia sus recursos, también se empobrece.
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