jueves, 18 de noviembre de 2010

ART. DE UN PORTUENSE,

UN CANTO DE AMOR EN LAS TINIEBLAS

REALIZADA POR: Celestino González Herreros

Expiró el gorrión caído desde lo alto, desde el alero donde solía soñar en su soledad aquellas tardes intempestivas, cuando las céfiras brisas que asolaban en los crudos inviernos y el silencio era como el eco de su pena, soñando con su amada.

El gorrión cayó para siempre, está abajo en el frió asfalto. Descansa aquel trovador de tantas serenatas vespertinas y que llevaran a su amada la ilusión de vivir... Ahora todo será un silencio sepulcral hiriente, como un lamento constante, que ha muerto el gorrión de los sueños y de tantos despertares risueños

Ya todo está mustio, tortuoso silencio; no canta en la enramada, todo está triste si no se oye su matinal canto.

Abre tus alas y levanta el vuelo, gorrión,
surca los aires de nuestro poético valle
y permíteme que en cualquier rincón te halle…
¡Avísame cuando detengas tu vuelo!

Estaré impaciente esperándote
donde los naranjos que abundan florecen
y en sus ramajes otros gorriones se mecen,
donde con sus trinos están llamándote.

Abre tus alas plateadas y mira al cielo
 no interrumpas ahora tu nostálgico canto,
que nunca cunda en ti el desencanto
y que pensar en mí te sirva de consuelo.

Cuando tus alas abatidas por el cansancio
decidan detener tu marcha y refugiarte,
regresa a mi lado, amor…para ayudarte
y reparar en ti las fuerzas perdidas.

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