jueves, 18 de noviembre de 2010

CASO DE PIEDAD,

PIEDAD - CANARIAS

COMUNICADO DE PRODENI ACERCA DE LAS DECLARACIONES PÚBLICAS DE ÁNGELES SUAREZ, MADRE BIOLÓGICA DE PIEDAD

Ángeles Suárez, madre biológica de PIEDAD, le echa en cara a la Administración la pérdida por segunda vez de la tutela de su hija, presentándose  ante los medios de comunicación como una víctima social cuyo único delito consiste en que carece de medios económicos, en concreto, que no le dan un piso. Su letrada, Dolores Palliser, lo corrobora diciendo: “No hay derecho a que madre e hija no puedan estar juntas  porque la madre no tiene un techo”.

Como se sabe, PIEDAD, lleva más de dos años en un centro de menores (el cuarto en su corta existencia)  porque la madre lo quiso. Así, en declaraciones a la prensa y a alguna cadena de televisión a finales de febrero de 2009, explicaba las razones por las que quería que su hija residiera en un centro de menores, tales como: “Porque es un potrillo desbocado”, Porque la juventud es muy mala” “Porque está en lo que yo llamo un colegio interno” “porque hay que enderezarla y necesita disciplina”.

Esas fueron sus razones fundamentales puesto que la Administración primero le había suministrado un puesto de trabajo y después le subvencionó por seis meses el alquiler de un piso, para que saliera adelante cuando su madre (la abuela de PIEDAD) la echó de casa por los continuos conflictos que tenían entre ambas y que vienen marcando su relación desde hace muchos años.

Se puede afirmar que pocas o ninguna familia habrá en Canarias que haya recibido tanta ayuda y apoyo de la Administración como obtuvo Ángeles Suárez después que le fuera devuelta su hija tras ser retirada a la familia de La Orotava, al parecer llegando incluso a recibir atención puntual y permanente de Protección de Menores por un supuesto déficit de autonomía personal, capacidad y habilidades para atender y educar a PIEDAD.   

A las razones de la renuncia de Ángeles a tener a su hija con ella, hay que sumar las que constan en el expediente de Protección de Menores, que por motivo de la confidencialidad del caso no podemos mencionar, pudiendo asegurar que de ninguna manera se ha utilizado la carencia de recursos económicos como motivo de la institución para proceder al desamparo de PIEDAD. Fíjense bien, si el indicador “carencia de recursos económicos” o “de vivienda”, fuese causa para que la Administración retirase a hijos de sus padres no habría centros suficientes para recoger a tantos niños y niñas de tantas familias necesitadas como existen en las Islas. Si tal fuera el caso, la Administración no daría abasto recogiendo niños de la bolsa de ese 40% de menores que en Canarias están en situación de riesgo de pobreza (datos de UNICEF) y de tantas familias del 15,98% cuyos miembros están todos en el paro, según el 'Avance del Mercado Laboral' que elaboran conjuntamente Analistas Financieros Internacionales (AFI) y la patronal de grandes empresas de trabajo temporal (Agett).

Ángeles Suárez perdió a su hija por su propia y exclusiva responsabilidad, demostrándose en la segunda ocasión en que le fue retirada la tutela, que eran válidas las razones de la primera y que era bueno para PIEDAD irse a vivir en una familia que le diera estabilidad y futuro, que, como todos saben, fue truncado por la desafortunada actuación judicial y el empeño de Protección de Menores en hacer viable la integración de la menor en la parte biológica en contra de los intereses de la menor, como se pudo demostrar al dar la niña con sus huesos en el cuarto centro de menores en sus 9 años de vida.

Ángeles Suárez tiene una madre que la echó de casa en octubre de 2008 y con la que, al parecer, sigue enfrentada, pues su reclamo de que la Administración le entregue un piso indica que la madre la sigue rechazando por los problemas que mantienen entre ellas, cuestión familiar que se viene reproduciendo desde hace muchos años y de lo cual no tiene culpa alguna ni el sistema ni la Administración. A tal efecto hay que apuntar que Ángeles Suárez tampoco mantiene relación con el resto de su familia extensa biológica, familiares muy próximos y bien situados que la podrían ayudar lo mismo que su madre y que no lo hacen por la dificultad de relación y enfrentamientos. Es decir, no solo Ángeles podría recibir ayuda de su madre y su familia extensa si los problemas que ella tiene fueran exclusivamente de orden económico como exhibe ante los medios de comunicación, sino también PIEDAD, en vez de cronificar su orfandad en un centro de menores.    

Es muy fácil salir en la tele o aparecer en un periódico en plan de víctima responsabilizando a troche y moche de la tragedia de la niña PIEDAD, cuya causa se eterniza en un culebrón de despropósitos que llegó incluso a motivar al Senado Español a elaborar una propuesta de Ley de Adopción nacional, tal como queda expreso en la resolución del Senado que se acaba de hacer público.

El problema es que PIEDAD es una niña inocente e indefensa que ha perdido su oportunidad de tener una familia y que está condenada a ser la rehén de su madre biológica y de una Administración Pública y Judicial incapaces de desenredar el hilo que la aprisiona, privándola de su derecho a relacionarse y crear futuro con el mundo afectivo de La Orotava, y, por su puesto, privándola de su propia infancia.   

Para la asociación PRODENI Ángeles Suárez y su letrada incurren en una manipulación de la realidad para vender un producto totalmente adulterado, supuestamente  pretendiendo utilizar el drama de una niña en  propio beneficio.

17 de Noviembre 2010.
José L. Calvo Casal
Portavoz de PRODENI

No hay comentarios:

Publicar un comentario