miércoles, 22 de diciembre de 2010

DESDE VENEZUELA

EL NATRÓN LA CLAVE DE LA MOMIFICACION EGIPCIA
ARTÍCULO DE: Patricia H.
Lo primero que se hacía con el cadáver desnudo era tenderlo sobre un tablón de madera para lavarlo y perfumarlo.  Acto seguido, se retiraba el cerebro, que se extraía mediante un grafio introducido por un orificio nasal, por succión o inyectando coctel, que licuaba la materia gris.
 Luego, con una afilada piedra etíope u obsidiana se hacia una incisión en el flanco izquierdo del abdomen para sacar los órganos y vísceras, menos el corazón y los riñones, que, no se tocaban como tampoco los ojos, pero que debido a su elevado contenido en agua,  estos últimos se hundían en las órbitas y en ocasiones rellenaban con bolitas de lino, o bien sustituían los ojos por prótesis de vidrio, piedra o hueso.
Una vez eviscerado el cadáver, los taricotas lavaban con vino de palma y otras sustancias balsámicas el interior de la cavidad torácica, abdominal y las vísceras. El siguiente paso consistía en sumergir durante varias semanas, tanto el cuerpo como las vísceras, en natrón: carbonato de soda cristalizado, que obtenían de los lechos de los lagos secos aun existentes en ellos y en los mercados locales, ya que se utilizaba en la fabricación de cerámica vítrea: fayenza; además, esta sal se destina para la limpieza de las viviendas y la higiene del cuerpo.
 El natrón en la momificación, ayuda a retirar toda el agua del cadáver, interrumpiendo por lo tanto, la putrefacciónlos. Para acelerar este proceso de deshidratación y prevenir cualquier desfiguración del cuerpo, las cavidades vacías se rellenaban con materiales como piedras, aserrín y arena.
Las vísceras, después de saladas, se embadurnaban con resinas vegetales y se envolvían en telas para formar cuatro paquetes, que se guardaban en vasos canopes: recipientes herméticos ó ánfora fabricados de alabastro, piedra caliza o barro cocido.
Cada vaso llevaba la imagen de uno de los cuatro hijos de Horus, genios funerarios con la misión de proteger los distintos órganos. A partir de la XI dinastía (2061-1191 a.C), los vasos canopes desaparecen, y las vísceras vuelven a la cavidad abdominal, acompañadas de figurillas de cera representando a los cuatro hijos de Horus.
-. Vasos Canopes donde se depositaban las vísceras. 
-. Esta fotografía corresponde a una momia Egipcia.
Al cuerpo, tras su paso por la bañera de natrón, se le extraía el material de relleno, que por cierto volverá a ser aprovechado más tarde, pero esta vez metido en bolsitas de lino. La incisión solía coserse burdamente en la mayoría de los casos. De forma más ocasional se colocaba una placa de oro o cera que parecía sellar la herida. Antes de proceder al vendado, los sacerdotes untaban el cadáver con una mezcla de cera, natrón, aceite de cedro, comino, goma, todo ello espolvoreado con especias aromatisantes. Además de fortalecer la piel y evitar el enmohecimiento, aplicaban una capa de resina a todo el cuerpo.
El  embalsamado era un verdadero arte, dominado  por los coaquitas ó sacerdotes que además tenían el cometido de leer las escrituras sagradas durante la momificación,
Primero se envolvían las extremidades una a una, luego la cabeza y finalmente el tronco. Entre 500 y 700 metros de tela llevaba empaquetar una momia. En los diferentes estratos de las vendas de lino se incluían asfaltos, resinas, aceites de varias clases, mieles, flores y hierbas.
La momificación descripta aquí se puede considerarla de lujo. En las más económicas, lo único que se hacía, aparte de sumergir el cuerpo en natrón, era inyectar por el ano aceite de trementina, sustancia que disolvía los intestinos y demás vísceras. Por lo demás, el cadáver ni se abría.
Lo increíble es que sus animales eran mejor embalsamados que los mismos faraones y sus momias yacen por todos lados.
Los historiadores estiman que hacia el año 700 d.C., cuando esta costumbre había desaparecido, los egipcios habían embalsamado unos 730 millones de cuerpos. Aunque muchos se destruyeron o desintegraron a causa del calor tropical del norte de África, se han conservado gran cantidad de momias; los arqueólogos calculan que aún existen varios millones de momias conservadas en tumbas y lugares de enterramiento desconocidos.
-. Esta fotografía corresponde a la momia del faraón Egipcio Ramsés.

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