lunes, 31 de enero de 2011

LOS REALEJOS AL DÍA,

LAS  PATATAS  CALIENTES  DE  LOS  POLÍTICOS

ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez

Bueno, en estos días de tantas felicitaciones y cordialidades, y los buenos deseos de Paz y Felicidad para el 2011, se deben de manifestar con hechos y no con crismas navideños, dado que ya llegado enero, nos olvidamos de aquellos buenos deseos que sólo quedan plasmados en las postales navideñas por aquello de quedar bien y cumplir la tradición.

Dicho todo esto, al ciudadano de a pie, nos interesa más, ver realidades, que no tanta pantomima, que una vez más, sale a la calle en fechas como las navideñas.

Por consiguiente, los políticos deben de ajustar sus mensajes a la realidad presente: es decir,  ha ocuparse más de los muchos problemas pendientes que tienen los ciudadanos de Canarias y no poner el rostro ante las cámaras de televisión para intentar llegar a la ciudadanía con palabras o mensajes, un tanto adornados para así calar más políticamente hablando ante la población, tal y como hemos visto al presidente del Cabildo Insular de Tenerife, quién nos dedicó un pequeño mensaje navideño, olvidándose de tantos problemas que afectan a la ciudadanía insular.

Por consiguiente, pienso que la Navidad la aprovechan los políticos para lanzar su mensaje en busca de un voto que se les puede escapar y adaptarlo a sus signos partidistas.

Opino que el político debe de ser más serio cuando promete y no  echar mano a la Navidad, para subir peldaños. Esa no debe de ser la política de un político fiable, honesto y sincero, pues ir con la verdad por delante y no de otra forma, debe  de ser la mejor norma, aunque ya a estas alturas, también hay políticos que muy poco les falta para decir misa. Posiblemente, sea esa la forma que buscan, ya que la “clientela” la tendría asegurada.

Algunos son tan valientes, que se agarran hasta de una patata caliente si fuere preciso para llegar nuevamente a la alcaldía. Y no sería de extrañar que un alcalde sobradamente conocido en estos lares, por no saber hacer nada, pues le falte carácter, además de ser promiscuo, controvertido y abierto a sus caprichos, bastos y ambiguos.

Y creo que un alcalde que se define democrático, no puede  hacer gala de lo que no ha logrado  conseguir. Y todo ello, por lo dicho anteriormente.

Pero el político astuto busca cualquier plebiscito con el fin de quedar bien ante la galería, sin darse cuenta que será siempre trabajo perdido.

Así lo vemos desde la calle, y las demagogias  políticas nunca han sido las mejores consejeras. Los fallos están a la vista de nuestros ciudadanos.

También en política hay hasta quién mezcla las pastillas del colesterol, con la mayonesa.

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