viernes, 4 de febrero de 2011

DESDE EL PUERTO,

ACERCAMIENTO A LA HISTORIA DEL “CASINO DE LOS CABALLEROS”

ARTÍCULO DE: Melecio Hernández Pérez


Ante el estado de penuria económica que venía sufriendo la sociedad recreativa debido a que el producto de las cuotas y alquileres no cubrían los gastos indispensables, motivó la justipreciación, una vez más, de muebles y enseres en desuso para proceder a su venta y recabar fondos. El número de socios seguía decreciendo hasta el extremo de estar constituía en los inicios de 1940 por 25.  En 1942 y, por primera vez, se sugirió enajenar el edificio social que valoró el arquitecto Tomás Machado Méndez en 65.000 mil pesetas. Pero en la siguiente junta del 28 de diciembre, se optó, como mejor solución, aumentar las cuotas mensuales de los socios propietarios a veinticinco pesetas; supernumerarios a cinco y transeúntes a veinticinco. En los años 1943 y 1944 entraron como socios supernumerarios Juan Felipe Machado García, Domingo Machado García, Domingo Sotomayor y González de Chaves, Manuel Machado González y Luis Reverón González.

Por efectos de la Guerra Civil Española y Segundo Guerra Mundial, hasta el 10 de enero de 1947 no se reanudaron las reuniones de la directiva del casino. Sin embargo, es entonces cuando ingresaron dieciséis socios supernumerarios: Antonio Suárez García, Antonio Ascanio Monteverde, Tomás Ascanio Monteverde, Miguel Sotomayor Carmona, José Arroyo Perdigón, Juan Méndez Reverón, Felipe Machado Méndez, Víctor Machado Rooman, Celestino Cobiella Zaera, Andrés Ascanio Carpenter, Sebastián Fernández Jiménez, Melchor Sotomayor Luz, Oswaldo Reverón Pérez, Jaime Machado del Hoyo, Fernando Méndez Ponte y Francisco Bonnín Guerín. También hubo después de mucho tiempo sin actividades culturales en el casino, una interesante exposición de pintura a cargo de artistas portuenses: Marcos Baeza, Manuela Miranda, Eva Fernández, Lía Tavío, Jerónimo Rodríguez, Pablo Hernández, Celestino González, Francisco Bonnín (hijo), Ventura Bravo y  Vicente Jordán. En marzo de 1948 la deuda bancaria era de 14.538.65 pesetas. Se debatió la conveniencia de liquidar dicho préstamo, pero prevaleció el buen criterio y se acordó continuar con el pago semestral hasta su extinción. La junta de gobierno no volvería a reunirse hasta el 14 de marzo de 1951. Felipe Machado del Hoyo y Pedro González de Chaves y Rojas fueron elegidos en la junta general extraordinaria del 26 de marzo. Algo tuvo que ver la nueva directiva presida por Del Hoyo, porque seguidamente se engrosó la lista de socios propietarios con Fernando Carmona Barreda y Bernardo Cámara González; pero aún iría a más, ya que a lo largo del año varios socios que habían pertenecido al casino y otros que ya lo eran unido a los nuevos, se integraron en la clase de socios propietarios: Luis Machado Machado, Fernando Machado del Hoyo, Pedro Fernández Perdigón, Nicolás Pérez Ascanio, Eduardo Pérez Ascanio, Gundemaro López Hernández, Jacobo Cáceres, Andrés Martín García, Pedro González de Chaves y Rojas, Francisco Suárez García, Ismael Hernández Hernández, Sebastián Fernández Perdigón, Felipe Machado del Hoyo, Celestino González Padrón y Germán Reimers Suárez, Francisco L. Machado Herrera, Juan Galán Pérez y Víctor Galán Pérez; y, como supernumerarios, Luis Reverón Pérez, Felipe Hernández Hernández, Manuel Espinosa Afonso, Eladio Santaella Arnay, Antonio Perera González, Ángel Gómez Gutiérrez, Manuel Carmona Mayato, José Arroyo Perdigón, Víctor Machado Román, Sebastián Fernández Jiménez, Melchor Martel Oramas, Luis Herreros Peña, Reinaldo López Hernández, Antonio Castro Díaz, Felipe Machado Méndez, Francisco Gómez Ibáñez, Juan Ruiz Real, Antonio Ruiz Álvarez, Aurelio Sanz, Manuel Guerrero Padrón, Isidoro García Sanfiel, Juan Méndez Reverón, Santiago Baeza González, José Manuel Sotomayor Carmona, Antonio Doblado, Miguel Gómez Ibáñez, James R. Orvens, Norberto J. Steele, Eric. S. Sventenius, Régulo González Matos, Sixto Escobar Fernández, Miguel González de Chaves Aguilar, Víctor Manuel Pérez Domínguez, Salvador Pérez Pérez, Andrés Ascanio Carpenter, Óscar Herreros Peña y Esteban Salazar Ascanio.

Después de esta sustanciosa incorporación a la sociedad, para 1952 fue reelegida la anterior junta directiva, año en que no hubo ninguna reunión, celebrándose la siguiente el 27 de enero de 1953 en la que volvieron a ser reelegidos. Con el incremento habido de socios, la tesorería pasó a disponer de 20.391.36 pesetas. El 1954 continuó el ingreso de nuevos socios: Domingo Salazar Ascanio, Julio Cruz González, Gonzalo Pavés, Florián Tomás Ibáñez Martín y Antonio Suárez García, y en 1955 fueron admitidos como socios propietarios Felipe Machado González, Juan José Blardony Blardony, Rafael Molina Carrillo y Leopoldo Cólogan Osborne. En la sesión del 14 de junio de 1957 el tesorero manifestó que en el Banco Exterior de España había un saldo positivo de 28.729.59 pesetas. Se produjo renovación de directivos con Francisco Machado Pérez como presidente y Pedro González de Chaves y Rojas (hijo), secretario. En dicha sesión se dio lectura de una carta dirigida al socio Andrés Sotomayor y González de Chaves, en súplica de que pusiera a disposición del casino la vivienda que ocupaba en la planta principal del edificio, o en su defecto, debería ser demandado judicialmente, como así se efectuó, celebrándose juicio de conciliación en el Juzgado de Paz de esta ciudad. El 15 de marzo de 1958 fue aprobada la nueva cuota de entrada para las solicitudes de socios propietarios en cinco mil pesetas. Fueron admitidos como socios supernumerarios: Domingo Sotomayor González de Chaves, Francisco Bethencourt González, Juan y Rafael Oramas Carrillo, Antonio Rodríguez Luis, Manuel García Yanes, Domingo López González, Manuel García Yanes, José de León Felipe, Ángel Regidor Peña, Miguel Delgado Álvarez, Lope Afonso Pérez, Felipe Machado González de Chaves, Leopoldo Ascanio Carpenter, Juan Francisco González Díaz, José Carillo Hernández, Francisco Bethencourt Acosta, Fernando Luis Pérez, Antonio Pérez Ortega, Eusebio Franco, Julio Espinosa Afonso, Enrique Mené, Francisco González del Carmen y Aurelio Rodríguez González. Se venía viviendo una etapa de recuperación y  satisfacción por la buena marcha de la sociedad, y la perspectiva de poder entrar en posesión de todo el edificio. Para 1959 se volvió a elegir de presidente a Felipe Machado del Hoyo ante la vacante por fallecimiento del presidente. Ingresaron como socios supernumerarios Francisco García Melero, Alcides Henríquez López, Luis Castañeda Concepción, Manuel Yanes Barreto, Francisco Suárez Jiménez y Domingo García.

(Continuará)

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