viernes, 25 de febrero de 2011

UN NORTEÑO,

DON VENTURA, LA MEDICINA, EL DEPORTE, LA POLÍTICA  Y YO
ARTÍCULO DE: Evaristo Fuentes Melián
    Medicina.- Estudió y se licenció en Medicina en la Universidad Central, Madrid, en los tiempos más que difíciles. Y cuando se planteó el eterno dilema, optó por venirse a su pueblo. Aunque mis amigos de ahora me tengan por abstemio, yo tuve también mi época de perras de vino. Y los días de resaca me iba a casa de Ventura, calle del Castaño, Ventura me miraba a rayos y me decía: “no debes beber ni fumar”. Yo salía contento y repuesto psicológicamente hacia mi casa.  Y esa vez al año en que agarras una gripe o similar y coges cama, Ventura venía de visita domiciliaria. Eran tiempos en que había escasez de todo, algunos médicos no tenían coche, en algunas de las zonas altas del Valle no servía para nada, porque no había sino caminos polvorientos en verano y embarrados en los duros inviernos, con la nieve cerquita por parajes de Aguamansa. El burro, o bestia de igual servicio, era el modo con que el médico podía llegar a algunas casuchas o pajares, habitáculo de los pobres enfermos, pobres de solemnidad.
    Al estar rodeado de varios médicos en la familia, te enteras de que el 90% de la gente que va a la consulta no tiene nada grave. Seguro que en el Seguro se ha dado lo que cuenta el humorista Manolo Vieira. Se encuentran dos mujeres dicharacheras en la consulta y se produce este diálogo:
.- ¿A qué viniste a la consulta?
.- A nada en concreto, como no tenía nada que hacer y me encuentro bien, vine dando un paseo hasta el ambulatorio…”
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    Deporte.- En su faceta deportiva, Ventura engrandeció el deporte fútbol en la Villa y en el Valle entero. Tuvo una primera etapa de presidente de la UD Orotava en los años cincuenta; y luego inauguró, en agosto de 1971, el césped en el estadio Los Cuartos. Un acontecimiento apoteósico con el ingrediente del  insular torneo de verano, el I Trofeo Teide. El partido inaugural, el miércoles día 11 agosto 71: UD Orotava 1 Deportivo de La Coruña 3. En ediciones sucesivas, al menos una vez coincidieron un primer divisionario nacional y otro extranjero: el Tatabánya de Hungría. Las dificultades económicas, a más de algunas envidillas procedentes de Santa Cruz (léase Federación), restaron importancia al Trofeo Teide, aunque aún pervive gracias a Dios y a algunos milagros realizados por los herederos deportivos orotavenses de don Ventura. Entre ellos hay dos que le dedicaron en la prensa escrita sendas esquelas mortuorias: Graciano y ‘Borbolla’.
    Don Ventura, mi primo Ventura, estuvo entrando al estadio  Los Cuartos  durante algunos años flanqueado por tío Daniel Melián y por un conocido barbero bien trajeado y encorbatado. Algunos aficionados se vestían los domingos con corbata nueva; recuerdo uno, que aún vive,  que al ir a tomar asiento pasaba por la grada de preferencia con la chaqueta algo doblada para lucir una destellante corbata nueva.
    Hay que dedicar a los árbitros de partidos regionales una parrafada de homenaje. En su mayoría, eran de procedencia humilde, pobre gente que se vestía de árbitro los domingos para ganar unas perrillas. Algunos de ellos fueron insultados y hasta apedreados cual nazarenos, cuando la afición local consideraba que perjudicaban a su equipo. 
     En fin, don Ventura abandonó este mundo sin ver realizado el sueño de colocar a la UD Orotava en, al menos, Segunda División Nacional. La isla nos condiciona desfavorablemente, es un hándicap insalvable. Ciudades peninsulares similares en número de habitantes a La Orotava o al Valle, como son Villarreal, Soria o Almería, pueden mantener un equipo en Primera gracias a que en cien Km a la redonda hay una población de varios  millones de habitantes. La isla termina en Teno, en Anaga y Las Galletas; la capital mantiene equipos en horas buenas o en horas malas, pero nada más. 
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    En Política, don Ventura tuvo dos etapas principales para recordar: en pleno franquismo, hubo elecciones el domingo 27 de noviembre de 1960, y el tema principal en La Orotava era la lucha,  SÍ o NO, por potenciar la Planta Eléctrica de la localidad, para dar luz a toda la comarca; y en 1979, en las primeras elecciones municipales de esta democracia, don Ventura fue de segundo en la lista por UCD, junto al carismático  letrado J.H. Acosta. Sacaron más votos que nadie, pero una coalición nacionalista, amalgama entre izquierda y derecha, dio la alcaldía a otro valladar también muy valioso en la cantera deportiva: Francisquito  Sánchez.
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    Esta es la historia. Nos vemos, doctor, en el más allá. Y te volveré a dar la lata como eterno saludable enfermo. Dios lo quiera. Seguramente, una vez más – tú que eres hermano, esclavo y cofrade de las más insignes imágenes de la Semana Santa de La Villa – con mano milagrosa me arreglarás y sanarás la contextura de mi débil carácter psíquico y espiritual. Gracias.

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