domingo, 6 de marzo de 2011

ART. DE UN PORTUENSE,

Y EL TIEMPO PASA INEXORABLEMENTE, TANTO QUE DA MIEDO…

ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros

En el habitual quehacer de aficionado a la comunicación que mis sufridos lectores me han permitido, sólo me propongo, tarde pero dando nuevamente en la diana, recordarles que aún quedan los rescoldos encendidos y más tarde que temprano irán apagándose. Respetando, claro está, esa huella que tan precipitada acción va a señalarnos, siempre, que en política hay que ser, no sólo astuto, también es recomendable la sapiencia y el tacto de la lógica. Ni nadie nació aprendido, ni somos infalibles. ¡Ojo al parche! Si lo que se ha buscado con la moción de censura es salvar al Puerto de la Cruz, saltándose la crisis económica, el desempleo, servicios sociales, educación, etc., iban a necesitar unos zancos bien altos para brincar sobre las supuestas ruinas que pretextaron tan precipitada acción. Ahora bien, si tan sólo se trataba de castigar a los socialistas usando estrategias de baja estima, eso se llama cobardía. A ver cuáles de las dos supuestas razones van a convencer a los portuenses. Esta vez no fue una simple batalla ideológica, fue un asalto inesperado y el comienzo de una feroz guerra que no se la deseo a ninguno de nuestros municipios vecinos… Y nuestra atribulada ciudad será quien pierda la contienda, por que de seguir en ese plan acaban de hundir al sufrido Puerto de la Cruz

Tarros de tinta se han gastado para informarnos debidamente a través de los distintos medios de comunicación escrita y por otros sistemas de información atentos siempre de la noticia fresca y sugerente…

Este trabajo de hoy, es el ejemplo del caso que nos ocupa. Sé que ya no es noticia reciente, que no es de actualidad cuanto pueda yo decir del amargo sabor que retengo aún; y el tiempo pasa inexorablemente… Por televisión estuve viendo el debate político ante la moción de censura contra la joven señora doña Dolores Padrón Rodríguez y aún hoy estoy escandalizado. Aquellos que vociferaban y ni dejaban hablar, los que malograron ese democrático encuentro, deben sentirse avergonzados. Yo comprendo que a veces los nervios traicionan y no se sabe qué se dice. En ese viciado ambiente que se vivió entonces, dantesco y lastimoso, el respeto brilló por su ausencia, y la consideración hacia los demás. ¿Acaso los que vociferaban, tan sólo les adornan las gratas virtudes? ¿Defectos ningunos? ¿Nunca se han equivocado, ni se van a equivocar en el próximo futuro? No hay palabras…

Repasando los frescos acontecimientos, sin malicia alguna, a ver si se dan cuenta, que hay formas y más formas de comportamiento ante los ojos de tantos curiosos…La próxima vez, si la hubiera, reserven el derecho de admisión que es más democrático que el espectáculo que dieron muchos…

En todo el tiempo transcurrido en estas últimas décadas, ¿verdad que han sucedido cosas nuevas y se han incrementado aquellas a las que quieren acostumbrarnos? No han faltado interesantes noticias, gratas algunas y otras extremadamente desagradables, o desafortunadas, pero… Ese pero es el gesto que aún no hemos exteriorizado. En ningún momento deberíamos ceder a las pretensiones antisociales que nos quieran imponer grupos determinados. Y en todo momento pienso que debemos contribuir al fortalecimiento de nuestras convicciones. Se ha perdido mucho tiempo y se han descuidado valiosas ocasiones para sintonizar nuestras justas reivindicaciones. Sin ánimo de protagonismos, creo que, con la debida urgencia, tenemos que tomar más en serio la difícil situación económica y financiera que estamos viviendo y que está paralizando a nuestras islas. Se necesita ser muy torpes para no entenderlo y ciegos para no verlo.

Si fuera posible distinguir a la gente honrada sin necesidad de escandalizarles… Si fuera factible que entre todos, sin egoísmos partidistas o personales, sólo pensáremos en la forma de “salvar” a nuestras islas, sin prejuicios banales… He ahí el gran error de todos nosotros, nuestros pleitos insulares provocados deliberadamente por nuestros comunes enemigos de siempre, alevosamente interesados en mantenernos enfrentados políticamente. Debemos subirnos todos al mismo carro, el de nuestro progreso, para salvarnos de las posibles y futuras arremetidas que la presente crisis político – económica nos quiera sorprender. Formar un solo bloque desde la responsabilidad y el amor a nuestros pueblos y nuestras gentes, para enfrentarnos seguros a las posibilidades que surgieran frente a nuestros enemigos. No seamos incautos, ejercitemos nuestra inteligencia con el derecho que nos asiste y busquemos la salida de tamaña adversidad antisocial e incívica. Si no nos unimos todos, al menos hasta que nuestros problemas alcancen sus inmediatas soluciones, nos vamos arrepentir largamente.

Nada es imposible cuando el juego es legal y cuando se presta la mejor voluntad para un fin justo y de primera necesidad. Todos o nada, porque mientras quede un grupo por fuera, existe el peligro de la contaminación y el fraude.

Hasta hoy he observado que cada cual va por su lado, que ya ni dentro de sus propios partidos políticos se respetan y se tiran los trastos a la cabeza, impunemente. Que la política se ha desprestigiado tanto, que también peligra la futura voluntad frente a las urnas y la presencia popular en las próximas elecciones. La abstención electoral podría ser la tónica en esos tan necesarios sufragios político.

¿Qué estamos haciendo en favor de nuestra juventud, les ponemos un uniforme militar y los mandamos al mismo infierno?..¿Qué podemos hacer por ellos?

Rodéense de personas preparadas, que de esos sobran en nuestras islas, pongámosles a trabajar como debe ser. Búsquense a gente honrada que sepan defendernos de tantas miserias y abusos cometidos hasta hoy. Trabajemos para esa juventud confundida y engañada, y con nuestra honradez y esfuerzos dejémosles las riendas del destino de nuestros pueblos. Mientras, que se vayan preparando con el trabajo y el estudio, con la certeza de que algún día serán ellos los que digan las últimas palabras…Que se vean en las distintas planchas electorales a hombres y mujeres con experiencia y años de edad suficientes que inspiren confianza y que no se dejen chantajear ni confundir con cuentos chinos y prebendas provocativas y tentadoras… ¿Cómo se explica que, concejales, por ejemplo, que nunca hayan trabajado vayan a estrenarse lidiando nuestros asuntos públicos? Claro, que son más fáciles de gobernarlos…

Tal vez yo no sea el más indicado para expresarme así, me adelanto porque siento miedo del tiempo, lo rápido que va pasando y, lamentablemente, seguimos engañados, viviendo con esta zozobra y entre gentes tan raras y mal avenidos que sólo piensan en sus propios beneficios y en el de los suyos, de aquellos que reciben órdenes a cambio de ciertas consideraciones ilegales. Ahora sí que se está viendo basura en las más apartadas Urbanizaciones de nuestro municipio. Dense una vueltita por el Durazno, San Fernando, Adelfas, Guáimara, entre otras. Obliguen a los contribuyentes a barrer sus aceras y limpiar las meadas de sus perritos, a raspar los chicles en sus aceras, hasta que se “reincorporen” los vencedores de tan vergonzosas luchas políticas. A ver cuándo empieza a brillar nuestra sufrida ciudad, que se vea… que se vea…

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