domingo, 6 de marzo de 2011

VILLEROS ILUSTRES,

CARNAVALES AL COMIENZO DEL SIGLO XX.

ARTÍCULO DE:  Bruno Juan Álvarez Abréu

Don Benito Pérez Armas, escribía en el desaparecido periódico tinerfeño, -de las pinceladas del popular poeta "Crosita", "Gente Nueva", en la publicación del veinte y cinco de Febrero de 1.900-,  de las filosofías carnavalescas. Decía que los carnavales son tan antiguos como el hombre. Han existido en todos los tiempos. Los griegos, los hebreos y los romanos tuvieron días de bacanales, de lespercales y saturnales (todo como se ve, consonantes de Carnavales) según acredita la Historia. La Humanidad  ha necesitado siempre días de general alborozo. Los Carnavales son la locura humana  entre los pesares y convencionalismos de la vida. Y conste que hallo oportuna la fecha. La Humanidad antes de que recuerden simbólicamente que "todo es ceniza", exclama: "Bueno, pues por lo mismo ¡Viva el placer!". He ahí la eterna lucha. El alma mirando arriba, á la única verdad; el cuerpo aferrándose á los placeres de la carne, engañando con la careta de una dicha fugaz....Bien dijo el poeta:

                     “Que aquí para vivir en santa calma,
                       Sobra la materia, ó sobra el alma".

En una conversación con el contable orotavense Don Antonio Herreros y Herreros ex-gerente de la Cooperativa Agrícola Norte de Tenerife(F.A.S.T.), plática acontecida de modo carismático en los depósitos comerciales propiedad de  sus primos  Miguel  y  Antonio  Herreros  y  González de Chávez, me  indicaba,  que  no  olvidase,  que  en  el  año 1.914 los carnavales de La Orotava  fueron  imperceptiblemente  de  auténtica prosperidad, en el que sobresalían las artísticas carrozas y el deambular de las mascaras, rondallas, parrandas etc.. Un 1.914, considerado truculento en la vieja Europa y en el resto del mundo. Una Europa cargada de pretextos, que iniciaba el siglo XX con un azaroso conflicto,  concretamente en las colonias alemanas y en los mares  de todo el mundo. Y  la  amenaza  económica  que representaba Alemania para Francia  e Inglaterra.  Pero sin embargo el origen fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero  del imperio  austrohúngaro.  El  pueblo  Español  se mantuvo imparcial,  el turismo europeo que cumplimentaba  el Puerto de  la Cruz, dejó de reintegrarse,  pero las  fiestas seguían celebrándose  en nuestros pueblos tinerfeños, obviamente en La Orotava y en el Puerto de la Cruz. No parece indudable que empiece a transcribir los carnavales de antaño de la Orotava, por la década  de los sesenta,  y continué escribiendo por las décadas de los  cincuenta,  cuarenta y treinta, para finalizar en los que  fueron  unos  auténticos  carnavales  de arte, confeti y serpentinas.  Lo comedido sería emprender en el preámbulo del siglo y consumar al final.  Pero la información ha  sido tan  exorbitante que me ha  llegado  perezosamente, indudablemente lo  que importa es dictaminar los hechos de esa época  eminente,  se empiece por  donde se  empiece, sea eficaz,  en dispensa de  todos. Las auténticas fiestas de los carnavales, del comienzo del siglo actual aparecen publicadas en el rotativo republicano tinerfeño de Don Leoncio Rodríguez y González, isleño universal, amante de toda la tierra Canaria, fundado en el año 1.910  "La Prensa". Material que tuve que deambular  en  la  hemeroteca  capitalina. En La Orotava, en el mes de enero de 1.914, se constituía la corporación  municipal,   presidida  por el Sr.  Salazar  y Cólogan, y  estaba formada por; Primer Teniente Alcalde,  Don Luís Llarena Monteverde.  Segundo  Teniente Alcalde, Don Fernando Fuentes   González.   Tercer  Teniente  Alcalde,  Don  José Monteverde y Lugo.  Sindico,  Don  Casiano  García  Feo  y   Don Diego Álvarez  y  Casanova.  Regidor  interventor,  Don  Abraham  Morales  y Delgado.  Suplente Don Lorenzo Lugo y García. Al mismo tiempo se había constituido  un  comité  para  organizar  las  fiestas  del  Carnaval, compuesto  de  los siguientes  señores;  Don Miguel Herreros, Don Juan Hernández Bethancourt,  Don  Félix  Reyes  Martín,  Don  Antonio Frías García, Don Antonio Herreros y Don José González. Este comité requería iniciar  unas  fiestas  cultas  y  patrióticas,  esperaba  merecer una favorable acogida y cooperación  entusiasta de los habitantes  de esta Villa,  y a la vez invitaba a tomar parte en ellas a todos los pueblos de esta isla y colonia extranjera para su mayor  lucimiento y completa realización del siguiente proyecto del programa a desarrollar durante los días  22,  23,  y 24  de Febrero de 1.914.  Con el  orden del día siguiente;  a  las  once  horas;   aparición  del   "S.M.  Carnaval", recorriendo las principales calles de la población. Acompañándoles las Bandas de Música de Tacoronte,  La Victoria, Los Realejos y la de esta Villa. De las trece a las diecisiete horas del día; concurso de carrozas, automóviles y coches adornados, mascaras a pie y montadas. Comparsas y Parrandas en las calles contiguas a la plaza de Franchi Alfaro,  rodeada de cómodas tribunas adornadas con alegorías de la fiesta. El producto que estas puedan rendir era  destinado a un fin caritativo o patriótico. Se prepararon los siguientes premios; Para la mejor carroza, 250.- pesetas.  El mejor automóvil, 150.- pesetas. El mejor coche,  100.-  pesetas.  La  mejor  comparsa,  100  pesetas.  La mejor parranda,  50.-  pesetas.  La mejor mascara montada  50.-  pesetas. La mejor mascara a  pie 40.-  pesetas.  Además se expusieron las base del concurso   que  consistían   en  los  siguientes   términos;  Para  la adjudicación de los premios se tendrá en cuenta  la originalidad, arte y  oportunidad  de  las  carrozas,   automóviles,  coches,  comparsas, parrandas  y mascaras.  Los  premios serán adjudicados  por  un jurado compuesto de  personas  designadas  por  el  comité  organizador  y la resolución de dicho jurado será inapelable. Las  comparsas deberán ser en trajes especiales y compuestos por lo menos de dieciséis individuos. Las parrandas deberán componerse de ocho individuos cuanto menos y traje a voluntad. La batalla que se libre entre los concurrentes a esta fiesta, sólo debe  ser de confeti, flores y serpentinas no admitiéndose los huevos talcos. La subvención municipal para los carnavales de la Villa de ese año importaba un montante de quinientas pesetas, además se organizó un festival de mascaras infantiles en la elegante plaza de Alfonso XIII. En el que se sorteaba respectivamente entre los niños disfrazados que concurrían y las diferentes agrupaciones de baile que se formaban, un bonito juguete cuyo valor aproximado era  de 100.- pesetas,  y una cantidad  en  metálicos. Los proyectos del carnaval fueron confeccionados por diseñadores orotavenses; el S.M. Carnaval; figurín alegórico, era un proyecto de Don Juan Hernández Bethancourt. La Carroza del Casino Orotava, de Don José Monteverde y Lugo. La Carroza del Liceo Taoro, de Don Ildefonso Pérez. La Carroza presentada por Don Manuel Cruz en unión de otros señores, ideada por el mismo, cuyo desarrollo artístico era de Don Francisco Granado. La Carroza de Don Juan Ruiz  y Benítez de  Lugo, también en unión  de  otros señores,  era proyectada por Don  Alfonso Ascanio. La Carroza de Don Inocencio Hernández,  fue proyectada por el mismo. Y la Carroza del comité,  procedía de un artístico  proyecto de Don Nicolás Álvarez. El jurado estaba formado; para carrozas, automóviles, coches y mascaras por: Don Felipe Machado, Don Rafael Hernández Valencia, Don Antonio Marques de Guzmán Codesido, Don Ignacio Llarena, y Don Ismael Guardia. De comparsas, rondallas y parrandas por: Don Enrique Torres, Don Lorenzo Machado, y Don Francisco Miranda. El lunes de Carnaval a pesar de la lluvia el gentío era enorme, llamando la atención la gran concurrencia de forasteros que dedicaron muchas alabanzas a la magnificencia de las fiestas. No así el martes del Carnaval que lucía de un Sol dadivoso, y la multitud abarrotó los rincones más populares de la Villa. Una época ilustre, de célebres festivales, en sustentáculo del arte, la literatura  y la filosofía.  Una  etapa  en  la  que se proyectó construir un teatro en La Orotava,  que era un pueblo  que progresaba. Un coliseo dirigido por una asamblea gestora,  que abrió una suscripción para constituir una sociedad por acciones. Esta comisión  la  formaban   los  señores;    Don  Juan   Merino,    Don  José   Monteverde, Don Francisco de  Ponte,  Don Miguel Herreros,  Don Adolfo Ascanio, Don Diego Ponte, Don Fernando Ruiz, Don Francisco Duclos, Don Félix  Ascanio,   Don  Francisco  Miranda  y  Don  Juan  Ruiz.  Además decidieron contratar algunos espectáculos en relación con las empresas de la  capital tinerfeña a  fin  de  aumentar  con  sus  productos los recursos necesarios  para   llevar a  cabo  la hermosa obra  proyectada y que  pronto honró a  sus iniciadores y a toda  la  Villa. Los trabajos dieron un brillantísimo resultado,  habiéndose puesto al  habla con el arquitecto Don Mariano Estanga.  En  el  mes de  enero del  año 1.914, actuaba en  La  Orotava con gran  éxito  la  gentil  canzonetista "Ida Dermy", habiéndosele prorrogado el contrato por dos funciones más, que se celebraron con brillantez. En la biblioteca municipal orotavense ubicada en el antiguo Casino de "Los Caballeros",  aparece un categórico periódico denominado "Heraldo de Orotava". Cercando las páginas de los carnavales de la  edición del cinco  de Febrero de  1.921. Se específica una inscripción  de las autoridades municipales,  para dar  cuenta  de  la  Real Orden  de  trece  de  Enero del mencionado año,  en la que se prohibía la circulación de  máscaras con caretas puesta por las vías  publicas en los días  del Carnaval,  y en vista de  que dicha disposición es  contraria a lo  determinado  en el articulo 43  de las  ordenanzas municipales,  se acordó la prohibición referida,  permitiéndose únicamente las mascaras  con caretas, durante los días citados,  en las plazas de Alfonso XIII(hoy del General Franco o Ayuntamiento), y de la Constitución(o plaza del Kiosco). En la página siguiente acatamos, que la comisión gestora de la nueva Sociedad ya desaparecida "Circulo de Amistad 12 de Mayo", organizaba para el lunes de carnaval una fiesta que seguramente resultó lucida. El Heraldo publicaba el siguiente; a las cuatro de la tarde se verificaba en  la  plaza  de  Alfonso  XIII  una  batalla  de flores, serpentinas  y  confeti,  a  la  que  concurrieron  varios  automóviles tripulados por señoritas,  representando a las distintas sociedades de esta población, así como de otros pueblos de la isla. Acto seguido el afamado Orfeón La Paz de la Laguna, efectuaba un selecto programa. La banda de música municipal contribuía al mayor lucimiento del festival. El Heraldo de Orotava felicitaba por anticipado a los entusiastas organizadores del mismo, y les quedaban muy reconocidos por la atenta invitación que le dirigieron para asistir al baile de disfraz que se efectuó el mismo día por la noche en el Teatro de esta Villa como digno remate de fiesta.

Lo que está  claro es, que queden sentenciados los artísticos carnavales orotavenses del comienzo de la actual centuria, que fueron celebres con unas bellezas admirada, de reminiscencia para los que aun están vivos. Naturalmente por el profundo respecto que me imperan las manifestaciones de Sr. Herreros y Herreros,  y mucho más las  que  mi  pueblo  de  La  Orotava  centra y concreta alrededor de sus carnavales. Nuestra misión la tenemos clara y en ese empeño no cejaremos nunca mientras consigamos información necesaria y oportuna.

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