viernes, 18 de marzo de 2011

ART. DE UN PORTUENSE,

¡HAY TANTAS COSAS POR VER Y FLORES POR DESHOJAR!

ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros
Dicen los enamorados: ¡No hay amor como el mío, ni transparencias sutiles y nítidas, que así lo atestigüen!.. No hay silencio más grato, parece que todo nos perteneciera cuando estás conmigo, física o mentalmente, sólo si estas a mi lado. No hay nada más grande y dulce, no hay nada más bello…
Recibí un power point, recientemente, vía mail y debo confesar que viendo los imponentes glaciares y oyendo su emotiva música de fondo, lo impresionado que quedé hizo que me perdiera en la evocación y me ausentara por esos exóticos mares hacia otras latitudes. Rodeado de ingente cantidad de pingüinos, rompiendo hielos me alejé enfilan la proa mar adentro…Dice tanto, como aquello de los enamorados, pienso que dice más, al menos para mí que se valorarlo; y en ese silencio poético hallé los espectros que en él se anidan. En todos los entresijos que en ese lírico mensaje suyo recibí, se esconden reminiscencias lapidadas por el tiempo y bajo el despiadado rigor del frío de ese mundo nostálgico presentía algún resquicio de amor, es posible que haya latiendo vida que no podemos desvelar…Después de cavilar unos instantes, no recuerdo el tiempo, ¿sabes que conclusión saqué, mientras tanto vagaba mi mente, esporádicamente en la emoción contenida del deleitoso pasaje? –Esta niña es realmente semejante a una delicada hada, evidentemente romántica, capaz de hacer giros sobre el hielo, de bailar de puntillas, volar como vuelan los pájaros y llorar silenciosamente para que no la oiga nadie. Sentí despertarse en mí los más nobles deseos, tanta ternura… Volví a despertar del angustioso letargo en el que me sentía antes, preso, alicaído en las sombras de mi soledad, que aunque nada me falte, a veces me siento muy solo. Creo que eso suele ocurrirle, muy frecuentemente, a los románticos, a los pensadores cuyas manos son insaciables, que lo quieren alcanzar todo. No pedimos nada a cambio, sólo amamos y no sabemos darnos por entero, sólo rogamos y suplicamos en silencio, sin palabras íntimas. Y con esa pena quedamos otra vez solos, en nuestro mundo, aislados siempre.
La verdad es que hay tanto hermoso por ver. Desde donde nos hallemos, en dirección opuesta hay tantas curiosidades, algunas parecen arreglos que fueran mentiras, que el hombre las compusiera a su antojo a través de los medios informáticos disponibles. Ahora más que nunca, el octavo arte, la fotografía, ha ganado incontroladamente y el audiovisual ínter nautas lo llena todo. Se nos abren ventanas antes insospechadas y navegamos libremente por los rincones más bellos y alejados… Así, nuestra imaginación se enriquece y desbordándose nos invaden hasta el delirio, aunque parezca utópico.

No hay comentarios:

Publicar un comentario