sábado, 12 de febrero de 2011

TURISMO Y OTROS,

IN THE MMIDLE OF NOWHERE.                                                            
 ARTÍCULO DE: Lorenzo Soriano
Los Beatles, tenían una preciosa canción que se refería a un individuo que era “nowhere man”, o sea, de ninguna parte. Pues que les voy a decir, algo más de lo de siempre, y miren que me gustaría darles algunas noticias que les hiciera tomar esperanzas. Esperanzas no de volver a donde estábamos, que eso no va a ocurrir de ninguna de las maneras, ni encontrando petróleo, vamos; pero esperanza de poder vivir con dignidad, sin que nos falte lo esencial ni que nos agobiemos por vivir una vida sin expectativas. Me decía una amiga estos días, que ella solo quería un trabajo que le permitiera vivir, pagar su hipotequita, pequeñita, su cochecito, indispensable y también chiquito, comer alguna cosita todas los días, y darle algún caprichito a su hijo de 16 años.                                  
Ni eso, nos permiten, hay que ver. Mientras ellos se condecoran, se blindan, se colocan de por vida ante la que se les avecina, y se sitúan en los lugares estratégicos para que el que venga tenga la tentación de “pasar página” de nuevo. Que si Rajoy no promete antes de las elecciones que NO va a pasar la página, lo que nos llevo a esta ruina, al Imperio mediático de la mentira latente y al 11M, yo al menos no le votaré, ni mal necesario, ni gaitas sin templar.
Pues sí, estamos en “el medio de ningún sitio”. Si estuviéramos en el quinto pino, intentaríamos navegar para regresar a casa, pero donde estamos es imposible que salgamos, ya que es incierta y errática, la situación que pretende este “gobierno” para no quedar mal con nadie. Las tortillas se hacen rompiendo huevos, y no es nada figurativo; habrá que romper algunos huevos, habrá que decirle la verdad absoluta a la gente, para que luego del desmoralizamiento general, nos pongamos a trabajar todos juntos, olvidando privilegios y olvidando “derechos que nos asfixian”.    
 Pero lo primero, lo que es apremiante antes de iniciar ninguna andadura es que nos mentalicemos en que nada es Imposible. Nada. Ni la desaparición de las Autonomías, ni la reducción a menos de un tercio de los Ayuntamientos, ni el despido de todos los asesores de todos los “gobiernos” de este país, ni la reducción de altos cargos a prácticamente ninguno, ni la desaparición casi total de los coches oficiales, escoltas y choferes, ni las Subvenciones, todas, ni las Cooperaciones, todas, a todo lo que no sea discapacitados o dependientes, ni las empresas semipúblicas o semiprivadas, ni las Cámaras, ni los Sindicatos, ni las Patronales, ni la atención medica a quienes no son de este país ni han cotizado nunca aquí, o sea, todo esto de esta clase que abreve del presupuesto sin aportar nada a cambio.  Pero aun así no sería suficiente, sin una enorme reforma Fiscal, donde el contribuyente fuera el centro, pero no de ataque sino de “mimo”, haciendo desaparecer los impuestos que frenan la actividad y desincentivan a los inversores o compradores, como el de transmisiones, como el de incremento de valor de activos, las plusvalías, los a cuenta, y los criterios de los devengos y módulos no autoregulados a facturación cobrada. A esto completado, tampoco bastaría. La justicia tendría que ser independiente y  habría que hacer una reforma electoral basada en un hombre un voto, y olvidarnos de privilegios ni privilegiados. Y ya que del turismo es de lo que al parecer vamos a vivir en los próximos años, habría que declararlo exento de todo tipo de imposición, fiscal, laboral y de cualquier otra tasa, y nombrarlo “de interés general”. Bueno a grandes rasgos, cuando todo eso se hubiese solucionado, seria licito pedirles a los ciudadanos, esfuerzos, rebajas, molestias y sacrificios. Hasta que esto no ocurra, nadie va a mover un dedo para que España vuelva del “garete”, al que ya se ha ido como un descabezado pollo que sigue andando sin saberse aún “beheaded”.                                                                                                                   
Y el Gobierno “in the middle of nowhere”.                                                     
A reflexionar.

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