Así lo demuestra una nueva investigación científica hecha en Canadá.
El profesor Massimo Marcone, de la Universidad de Guelph, afirma en Food Research International, la revista del Instituto Canadiense de Ciencia y Tecnología de Alimentos, que se ha comprobado que las sustancias obtenidas de ambos productos son "verdaderos estimulantes del rendimiento sexual".
El objetivo del profesor Marcone y su equipo era descubrir si existía alguna sustancia natural que pudiera ser utilizada como alternativa a los compuestos químicos como el sildenafil (Viagra) y tadalafil (Cialis).
Los científicos canadienses analizaron cientos de estudios publicados sobre sustancias naturales comúnmente utilizadas como afrodisíacos; el objetivo era investigar las afirmaciones sobre la mejora en el rendimiento sexual, tanto psicológico como fisiológico, que brindan estos compuestos.
Los expertos encontraron que las únicas sustancias que se ha comprobado que pueden mejorar la función sexual humana son el Panax ginseng, una planta cuya raíz bastante utilizada en la medicina tradicional china, y el azafrán, una especia derivada de la flor Crocus sativus.
El profesor Marcone, de la Universidad de Guelph de Canadá, aclara que se necesitan más estudios clínicos para entender mejor los efectos de estas dos sustancias en el ser humano.
Hasta aquí el artículo.
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El azafrán es una especia derivada de los estigmas secos de la flor de Crocus sativus, una especie del género Crocus dentro la familia Iridaceae.
Para evitar falsificaciones o adulteraciones, el selecto mercado europeo que paga excelentes precios, (alrededor de los € 8.000 el kilo), si exige que el azafrán se les entregue en hebras, con lo cual se imposibilita cualquier tipo
Orígenes
Existen referencias del azafrán que datan del año 2300 a. C. A partir de esta fecha son variadas y diversas las referencias sobre su uso en ritos y ceremonias religiosas, en medicina, en la gastronomía, etc.
Según las investigaciones de los egiptólogos, ya se usaba mucho en el antiguo Egipto. En los Cantos de Salomón se mencionaba ya el nombre de Karkom, cómo uno de los productos más alabados del reino vegetal. Con esta palabra, procedente tal vez de la India, está relacionado el nombre griego Krokos y el latino Crocum (Crocus de los poetas).
Una definitiva identificación del azafrán data de 1.700- 1.600 a. C. en una pintura en el palacio de Minos en Knossos en Creta. Otro fresco data de 1.500 a. C. y presenta a una joven cosechando azafrán ceremoniosamente, ha sido descubierto recientemente en Akrotiri en la isla de There.
Más tarde el azafrán es mencionado en la Biblia, en la Ilíada y en el siglo V a. C. en el registro Kashonini.
Los griegos lo consideraban como un perfume sensual. Fue esparcido en los vestíbulos, patios, y teatros griegos y en baños romanos; las calles de Roma fueron rociadas con un azafrán cuando Nerón entró en la ciudad.
También en la Grecia Clásica el azafrán era muy apreciado por sus propiedades aromáticas y cromáticas. Se utilizaba como remedio para la conciliación del sueño y la atenuación de los efectos de los vinos (guayabo, resaca), para realizar baños perfumados y como afrodisíaco.
Los Árabes utilizaban el azafrán en medicina por sus propiedades anestésicas y antiespasmódicas.
Propiedades medicinales
Sus propiedades excitantes y antiespasmódicas lo hacen excelente contra la atonía del estómago, las digestiones difíciles, cólicos, dolores de cabeza, debilidad general acompañada de tristeza.
Es sedante y estimulante, tanto del útero, regulando las menstruaciones, como sedante y tónico gástrico y del sistema nervioso central.
En uso externo es un buen analgésico de las encías, por lo que se usa en los disturbios de la dentición.
Su acción farmacológica es: hipolipemiante (reduce los niveles de colesterol y/o triglicéridos en sangre, citotóxica, antioxidante, hepatoprotector y oxigenante tisular.
Recientemente se ha descubierto que es protector cardiovascular y fuente potencial de agentes anticancerígenos, además se ha descrito que favorece la asimilación de los lípidos. Incrementa la difusión de oxígeno en el plasma sanguíneo, demostrando tener efecto contra la arteriosclerosis y ser reductor de los niveles de colesterol en sangre.
Además es protector hepático y tiene capacidad antioxidante.
Anticancerígeno
Los carotenoides existentes en el azafrán han demostrado en estudios científicos ser anticarcinogénicos (suprimen el cáncer), anti-mutágeno (previene las mutaciones), y características inmunomoduladoras.
El ingrediente activo de estos efectos es el dimetil-crocetin que parece abarcar una amplia gama de tratamientos contra tumores, así como una variedades de células humanas del cáncer de la leucemia.
El extracto del azafrán retrasa también el crecimiento de los tumores y la carcinogénesis del papiloma.
Estimulante sexual
Tiene propiedades estimulantes de las zonas erógenas con efectos similares al de las hormonas. Sin embargo se recomienda prudencia en su consumo porque las dosis excesivas de azafrán causan risas incontrolables.
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