lunes, 2 de mayo de 2011

ARCHPIÉLAGO GULAG,

MAYORÍA ABSOLUTA, OJALÁ

ARTÍCULO DE: Lorenzo de Ara

Las encuestas sirven para poco. A veces son inútiles en su totalidad. Pero entretienen. Sobre todo a los militantes y simpatizantes de esas formaciones políticas que ya han anunciado que se presentarán a las elecciones del 22 de mayo. En Puerto de la Cruz son dos los partidos con aspiraciones de gobierno, y uno, el PP, que se conforma con hacer el papelón de los últimos años.

El PP, con sus nuevos dirigentes y “carismáticos” candidatos, sueña con volver a tener el número suficiente de concejales para abrir la boca y recibir el favor de los que en verdad tienen el poder cuasi omnímodo para alimentar a los de la gaviota.

Las mayorías absolutas están carísimas. Todos los opinadores coinciden en señalar que ni PSOE ni Coalición Canaria obtendrán el número mágico de concejales que servirían para gobernar sin apoyo de minorías cargantes, genuflexas y atolondradas.

Tanto Marcos Brito como Dolores Padrón tienen experiencia en el ejercicio del poder local, y los dos saben también lo molesto y perezoso que resulta pactar un periodo de estabilidad con el PP local.

Lo mejor sería que después de la insufrible candidatura presentada por los populares -con claras y notables excepciones-, esta formación recibiera un castigo por parte de los simpatizantes en la ciudad turística. Lo más probable es que Coalición Canaria consiga la anhelada mayoría absoluta, arrinconando al PP en un oscuro y tétrico rinconcito del salón de plenos.

¿Se lo merece el PP? Los partidos que de verdad son democráticos tienen que asumir que no siempre llueve a gusto de todos. Y esa plancha electoral es a juicio de este humilde opinador, una plancha a la defensiva, sin futuro, carente de savia nueva y sin garantías de propiciar un liderazgo duradero y eficaz.

Me equivocaré, pero soy libre para expresar una opinión contraria a la que ahora manifiestan los sonrientes peperos. Nada más lejos de mí que desear el fracaso en las urnas. Es más, desearía que el Partido Popular convenciera a esos simpatizantes y futuros votantes de que el voto es necesario y útil.

Yo, en este momento crucial para mi ciudad, deambulo triste por unas calles que el 23 de mayo segurirá padeciendo los mismos problemas y con una derecha temerosa. ¿Triste? A lo mejor lo que estoy es muy cabreado.

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