lunes, 2 de mayo de 2011

PSOE GENERAL,

UNA COSTA AGONIZANTE
               “Raíces tortuosas, troncos enlazados, hojas amontonadas, plantas de todo tipo, siendo a través de miles de dificultades por donde el torrente puede correr por el barranco, saltarín y espumante, ocultándose a veces en la desbordante vegetación para dirigirse a veces a las huertas de plataneras, … Así es el Edén, que se extiende hasta las olas del mar”.
Jean Mascart, 1909
Elena y Shaila García Hernández. Leyendo estas palabras del libro Observaciones de un viaje a Tenerife, a día de hoy, resulta imposible adivinar que éstas se refieren a una visita a la Rambla de Castro. Se nos hace difícil imaginar cómo en el último siglo, un lugar que fue visita obligada durante la estancia de muchos ilustrados a la isla de Tenerife, se encuentre hoy en día en pésimo estado, sumida en un profundo abandono y resignada al olvido.

Pero este estado de abandono y mala gestión no lo encontramos únicamente en la Rambla de Castro. Gracias a la desidia de nuestros actuales gobernantes, toda la costa realejera, desde la playa de Los Roques hasta la playa de El Socorro se encuentra hoy en un estado lamentable y duele ver que no se hace nada por remediarlo.

Llevamos ya un año y medio sin poder acceder a la playa de Castro, desde la riada de noviembre de 2009 que dañó uno de los senderos de acceso a la misma. Un año y medio en el que lo único que se ha hecho es prohibir el acceso a este pequeño paraíso. Un año y medio en el que no ha habido tiempo, ni ganas, de mejorar el acceso a la playa para que los realejeros puedan acceder a ella, especialmente durante el verano pasado que la playa del Socorro permaneció cerrada por obras de mejora del talud.
La costa de Los Realejos agoniza lentamente mientras nuestros gobernantes miran hacia otro lado olvidándose de ella, preocupándose únicamente de que El Socorro esté “perfectamente arenado” a la llegada del verano.
Tenemos una costa que muchos municipios de la isla querrían para sí mismos. Una costa con un potencial increíble que ha sido ignorado durante muchos años: piscinas naturales en El Guindaste, fondos marinos de una grandísima belleza en la zona del Higenio, playas con unas condiciones buenísimas para la práctica del surf como son El Socorro y La Fajana, pequeños paraísos aislados como la playa de Los Roques y por supuesto la Playa de Castro, parajes naturales para practicar senderismo a lo largo de toda la costa… Nuestro litoral encierra un tesoro de incalculable valor y sin embargo, a la vista de la gestión de nuestros gobernantes, parece que no interesa sacarlo a la vista de todos, más bien lo contrario, da la sensación de que lo que pretenden es enterrarlo y olvidarse de él.
Llevamos ocho años observando como la costa se va degradando y nuestros políticos no hacen nada al respecto, las únicas actuaciones notables han sido las obras de mejora del talud de la playa de El Socorro (aún sin finalizar) y la mejora de uno de los accesos al Guindaste pero siguen olvidándose de los accesos de Castro, La Fajana, Los Roques,… siguen olvidándose del ecosistema que las rodea y de la necesidad de una mejora notable de un paisaje protegido como es el de Rambla de Castro que, observando las actuaciones desarrolladas en estos años, es más un espacio protegido burocrático que no real.
Resulta curioso oír hablar a nuestros políticos de la necesidad de atraer a un turismo de calidad a nuestro pueblo. ¿Cómo pretenden hacerlo? ¿Con un campo de golf en Los Príncipes y un hotel en la Rambla de Castro? No nos dejemos engañar, estas soluciones, lejos de resolver el problema, sólo conseguirían agravarlo aún más. Debemos apostar por un turismo de calidad, pero sostenible al mismo tiempo. Y para ello primero tenemos que recuperar nuestra costa, nuestro particular “Edén, que se extiende hasta las olas del mar”.

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