LOS REALEJOS AL DÍA,

MIRANDO AL MES DE MAYO REALEJERO

ARTÍCULO DE: Esteban Domínguez

Un año más, la tranquila y reposada Villa de Los Realejos, prepara con la misma ilusión de siempre, sus tradicionales Fiestas de Mayo en honor a la Santa Cruz, San Isidro Labrador, Santa María de la Cabeza, y la bellísima imagen de la Virgen de Los Remedios.

               Y como si de un abanico de colores, aromas de flores, trajes típicos, y los frutos de la tierra se tratara, todo esto se abre a los ojos de propios y forasteros, en un cuidado programa de actos que comienzan con la celebraciones de las fiestas de la Cruz y continuaran con las San Isidro Labrador, para concluir casi finalizando el mes, con los actos religiosos en honor a la Virgen de Los Remedios.

               Por consiguiente, el mes de Mayo en Los Realejos, se convierte en la gran despensa, donde se conservan las más puras tradiciones como bien puede ser la festividad de La Cruz el Tres de Mayo, cuya celebración se remonta al siglo XVIII. Posiblemente a través de los tiempos, La Cruz fue y sigue siendo el símbolo que con más presencia vemos en muchas calles, y capillas dedicadas al Santo Madero son muy numerosas. Y motivados por la presencia de La Cruz en las pasadas centurias abundaban actos religiosos y populares en su honor, y que con el paso de los años, algunas de ellas se han ido perdiendo. Por ello no és de extrañar, que el municipio de Los Realejos sea uno, o quizás el primero, en que a lo largo del año, más fiestas celebra, pues si por una parte algunas fiestas populares se han ido perdiendo por diferentes motivos, han surgido otras con más fuerza aún. De esta manera no dudamos en el buen sentido del realejero de seguir conservando nuestras tradiciones más singulares y arraigadas.

La Cruz tan venerada por nuestros antepasados es un ejemplo vivo de fervor, y es de forma notable, en el popular barrio de La Cruz Santa, barrio que se ha convertido en un "relicario" de valiosos tesoros de madera de tea en pequeños tamaños, y que vemos coronados de flores y velas, en patios, habitaciones y ventanas que se abren al visitante como un escaparate lleno de buen gusto por quienes las adornan tan celosamente.

               Mes de Mayo, mes de las Flores, mes del Arte Pirotécnico, mes de Las Tradiciones. Y ahí entre este amplio jolgorio de parrandas, coplas, frutos y buenos caldos, unidos al aroma del tomillo, el orégano y los buenos adobos, San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza se hacen presentes en su Fiesta Mayor, como lo és la típica Romería en su honor que congrega a gran cantidad de gentes que nos llegan de todos los municipios de Canarias bien representados por sus respectivos grupos folclóricos, uniéndose así, a otros muchos que forman ese río multicolor, junto al sonido contagioso de sus instrumentos. Timples, guitarras, bandurrias, panderetas y tambores, son algunos de los sones que alegran el cortejo romero tan esperado, y todo ello bien rociado con los buenos y deliciosos vinos de la tierra realejera. Pero no acaba aquí las Fiestas de Mayo con la Romería de San Isidro Labrador, en las Fiestas de Mayo, también la Venerada Imagen de la Virgen de Los Remedios y sus actos religiosos en su honor, forman parte del calendario festivo. Tarde para la Solemne Función Religiosa, y noche para que Ella a hombros de sus fieles devotos, sea paseada, bajo los luminosos fuegos artificiales que a cada paso de su solemne procesión, iluminan su celestial rostro. Noche Mariana, de malagüeñas en su honor que se escapan de algunos balcones, de plegarias y poesías; de fervor que se mezcla entre la escultura, la plata repujada de su trono y el perfume de sus flores que realzan de forma mágica el encanto de Nuestra Señora de Los Remedios.

               Asi la  Villa Histórica de Los Realejos, abre sus fiestas mayores, con el ánimo de encontrarnos en tan alegres caminos que a ellas nos conducen. ¡Que sean ustedes Muy Felices! recordándoles que conservar las tradiciones, es algo que nos implica a todos por igual, legítimos herederos del hermoso legado que nuestros mayores nos han dejado como el mas apreciado testamento.