ARTÍCULO DE: Evaristo Fuentes Melián
Hoy 1º de mayo es el Día del Trabajo. Y en efecto, con la tormenta que está cayendo, a las 6,52 horas de la mañana, hora canaria, los empleados públicos de limpieza deberían sacrificarse y, manos a la obra, hacer una huelga al estilo nipón, trabajando más horas de las habituales en cauces de barrancos y en vías inundadas por la riada, mientras las alturas se cubren de un nuevo manto de nieve.
Tres artículos he leído en prensa que considero interesantes y que coinciden en parte en sus contenidos.
1.- Juan Fernando López Aguilar, en el periódico El País, “Política en tiempos revueltos” (sábado 30 abril, Pag.35 y 36), hace propuestas para defender la socialdemocracia de esta crisis galopante. Escribe Juan Fernando que hay: “…la necesidad imperiosa de salvar la economía de mercado, de estos mercaderes más próximos al préstamo usurario que al intercambio con riesgo y responsabilidad social”. Existe, según Juan Fernando, otro desafío todavía más perentorio: “afrontar la ola de populismo bajo la que se enmascara la nueva extrema derecha…su estrategia es brutalmente antipolítica…” (Cursiva de López Aguilar).
2.- El artículo de Miguel Hernández González: “Hipoteca de futuro: el paro juvenil” (miércoles 27 de abril, en blogs de La Orotava). Hay un 45 % de paro juvenil. “se dice que la política está mediatizada de forma total por la economía que, con la encamadura con los mercados, resulta casi imposible ponerle rostro (…) se pretende que (…) quedemos a merced de unos nuevos dioses (…) ante los que, nos dicen, solo nos cabe la resignación o la locura y la muerte (…) ¿una mera cortina de humo para acentuar nuestra sensación de impotencia?”. “Estoy seguro—termina Miguel—de que otra realidad es posible”.
3.- En el mismo número de ‘El País’ (sábado 30 abril, Pág. 59) Carlos Boyero, en su artículo “Parados”, desde su más pedestre y profano (¿y pragmático?) modo de ver las cosas, escribe, quizá con cierta ironía, que el dato del número de parados (cinco millones de españoles) es una falacia, porque: “si fuera cierto, lo normal sería que se dedicaran con toda su imaginación y su coraje a atracar bancos, quemar el Parlamento y dar el palo en la calle a los que tenemos mediana pinta de instalados”.
Epílogo. Modesto comentario mío: Las soluciones de Juan Fernando, que transcribo en el epígrafe 1, son abstractas, bien condimentadas y algo análogas en el fondo a otra posible realidad que defiende Miguel en el epígrafe 2. Respecto al epígrafe 3 (Boyero), he de decir que yo he vivido más de cuarenta años cerca del mundillo azaroso de la construcción de edificios y urbanización de terrenos, y observo que la economía sumergida está aún vigente. El número oficial de parados, en Canarias al menos, en la realidad cotidiana, se reduce muy considerablemente, si contamos los trabajadores (artesanos, instaladores, mecánicos, albañiles…) que no paran, dedicándose a lo que aquí llamamos ‘cáncamos o cancamitos’.
En todo caso, la crisis se agrava, pero pensemos que es una “desorganización bien organizada” (que diría Vázquez Montalbán) auspiciada por la gran banca, poder fáctico que presta grandes cantidades de dinero en “los mercados” y que hace el papel macro gigante de la figura del usurero típico tan tradicional. La solución está en fiscalizarlos debidamente, con leyes restrictivas para los grandes patrimonios y capitales. Pero, ¿quién les pone el cascabel a estos ‘gatos’?...
Espectador
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