martes, 16 de noviembre de 2010

CASO DE PIEDAD,

SUPLICA AL SEÑOR PRESIDENTE DE CANARIAS

Señor Presidente de Canarias, debe ser muy triste para usted, pensar en las próximas fechas navideñas, aunque sólo fuera por unos instantes, y se acordara de esos niños y niñas recluidos en Centros de Acogida, expresamente donde se halla la pequeña “Piedad” con todo lo que, supongo, sabe de su triste vida. ¿Verdad que se le encoge el corazón, sólo pensarlo? Viendo a los familiares suyos, como es natural, haciendo planes familiares; que si el arbolito de Navidad y las piezas que le adornan; que si los regalos del gran día de Los Reyes Magos; que si la algarabía en casa pensando en los regalos, todos contentísimos, que bien merecido lo tienen. La gran Cena, todos juntos… Máximo sabiendo cuan amante es usted de los niños y hasta los entiende como el que más, por su hermosa experiencia profesional. Que tenga, en esas cristianas fechas, que soportar la pena de saber que aquellas criaturas están “encerradas” con o sin el cariño debido; y no puedan recibir el calor de los suyos…

¿Usted tiene potestad para interceder en favor de ellos? No lo pongo en duda. Me va a decir que no depende de usted solamente… Claro que lo entiendo. Pero, ¿y hacer algo, por muy poco que fuera, como único Representante nuestro en Canarias, en favor de nuestra querida “Piedad”, podría? A ver si la resistencia afloja un poco y alimentamos la esperanza de verla pronto en su legítimo hogar de La Orotava, con su dolida Soledad que muere de pena, aunque no lo parezca por su gran valor y entereza… Afligida por no poder tenerla en sus brazos, de donde se la arrebataron un desgraciado día, la misma justicia.

Hay razones muy poderosas y fehacientes, que nos darían la razón más evidente. “Piedad” no tiene por qué estar donde está, ni su madre adoptiva debiera estar sufriendo tanto por no tenerla a su lado definitivamente, ni permitirle contacto afectivo  alguno con la recluida niña de ocho añitos y medio de edad, por derechos propios su hija.

A usted, señor Presidente, ¿le han entregado la correspondencia que Soledad Perera Pérez ha dirigido a su Despacho, para que estudie el casi? Nos ha extrañado mucho su silencio como respuesta, hasta hemos pensado que el trabajo le absorbe por completo y le falta tiempo para revisar toda la correspondencia que le hemos enviado. Imagino, tantas alegaciones y solicitudes que caerán sobre su mesa. Mas, ojala llegara a sus manos  y las pudiera estudiar, nuestras solicitudes sobre el triste caso de la niña canaria, de nombre ficticio para preservar su intimidad, PIEDAD, residente en La Orotava, en Tenerife. Estamos pues, seguros que iba a interesarse humanamente, máxime conociéndole como sobradamente le conocemos y saber que jamás ha rehuido una súplica desesperada como es la presente.

Gracias, Sr. Presidente, Dios le de mucha vida y le ayude en su difícil tarea representativa.

Celestino González Herreros
Dama tu inteligente opinión, ¿publico esto en los distintos Blogs, lo mandamos al Periódico?  ¿Qué me aconsejas?

El encabezado así de sencillo, ¿te parece bien? Si tu lo apruebas te lo regalo para que hagas con este “espontáneo” escrito. Tómalo, tuyo es, mío no…

¡¡¡Hasta la próxima, fea!!!  
                             
Celestino

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