lunes, 21 de marzo de 2011

ART. DE UN PORTUENSE,

LOS EMBELEZOS DE AQUELLAS DULCES MELODÍAS

ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros
¿Qué influencia tiene la música para con los sentimientos humanos, como si las fibras de nuestro corazón fueran cuerdas sensibles que vibraran como las del arpa, el violín, el piano?..Cuando estimuladas despiertan oyendo  sus lamentos musicales, que a la vez que desgarran , apaciguan toda cólera o bulla extraña, para ambientar todo entorno del lugar elegido; y donde hallamos tantas veces, la paz deseada.
 Parece como si el tiempo se detuviera y sólo tuviéramos oídos para escucharla y, hasta los recuerdos despiertan y se animan.
Cuando con agrado y no pocas veces, con necesidad, escuchamos cualquier melodía, esa inspiración que vivimos, es el amor que guardamos dentro, son los más puros sentimientos que brotan y se exponen liberándose, proporcionándonos la ocasión de conocernos mejor; y acabamos completamente entregados a ese idílico mundo de la ilusión… Es tal el poder, su influencia, que algunas veces hasta nos han conmovido, hasta el punto de arrancarnos algunas furtivas y emocionadas lágrimas. Esas dulces melodías, nos obligan gratamente, a pensar si existirá esa excepcional complicidad, también en el largo trayecto de nuestra eternidad, cuando el alma peregrina se eleve, si será acompañada de nuestra música o habrá melodías más bellas con notas celestiales y distinto embeleso; y si antes de morir intuimos esos deificados compases.

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