sábado, 23 de octubre de 2010

ART. DE UN PORTUENSE,

ESTA TIERRA NUESTRA TIENE UN SELLO INCONFUNDIBLE

ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros

En esta tierra elegida, a pesar nuestro con algunas limitaciones, no sucumben sus encantos a través de los siglos, sus atributos naturales se conservan  en armonías espléndidas de luz y fantasías, de claras realidades que hacen de toda ella un vergel de amor y dinamismo poético en su reboso admirable de gracia y románticos atractivos. 
Cuando he dicho "con algunas limitaciones" me refiero, entre otras razones, al incompresible acoso y largo abandono de que hemos sido objeto a todos los niveles. Y no os hagáis los sorprendidos por lo que digo, ha sido así siempre, parecéis estar acostumbrados... Sin embargo, todos no compartimos esa suerte de agravios, y de hecho, el tiempo ha sido aliado de nuestras justas aspiraciones, le hemos puesto cara a la incomprensión y vamos aventajados en esa maratoniana lucha, parece que políticamente estamos encausando las razones que, paulatinamente van cristalizando con justicia, a modo de transición primeramente y por razones obvias, como un merecido derecho de nuestra identidad pacifica y celosamente conservadora. Capaz de satisfacer las necesidades más imperiosas de quienes nos pidan ayuda, porque sabemos dar hasta la vida por una causa justa si fuera necesario. De lo que sí estamos hartos es de ser " ciudadanos de segunda" que no lo somos aunque nos lo quieran imponer. Somos otra cosa diferente, no nos dejamos engañar fácilmente y hemos tenido siempre una gran capacidad, que llegará a ser cristalizada y limadas las asperezas que hasta hoy han querido frenar nuestro desarrollo por conveniencias políticas, más que por otras razones.
Lo que tenemos, bien podemos decirlo, es nuestro, y lo más valioso es nuestra idiosincrasia, nuestra forma de ser, las costumbres, nuestros lugares y elementos naturales, nuestras cosas íntimas y legendarias... Ello no ha necesitado de ayuda foránea; y si algo nos han dado ha sido devuelto, aunque nunca con creces.
Esta tierra, elegida por los dioses, nos ha deparado tanto; y al pie del Volcán, hemos aprendido a ser agradecidos. A pesar de su constante amenaza y su grata  presencia, apacible, hemos ido desgranando cada uno de los días que nos ha tocado vivir con ilusión, y nos corresponde defender todo cuanto a nuestras Islas atañe. Y si hemos  progresado y seguimos conservando nuestro étnico modelo, es por eso,  porque somos agradecidos y defendemos "como podamos hacerlo” y, celosamente, cuidando a nuestro amado terruño. Lo nuestro antes que nada, allá, aquí donde estemos, edén de nuestros sueños, paraíso abierto sin extrañas fronteras. 
Cuenta nuestra historia y viejas leyendas, que con el mismo sentimiento hemos caminado siempre juntos hacia un mismo objetivo: rendir con respeto un culto ilusionado a nuestra identidad, para elevar con ello el espíritu de nuestra raza y costumbres, para luego eternizarlas. La Historia de Canarias desde sus distintas versiones, nos relata vivencias de arraigo costumbrista y de carácter poético, que evidencian nuestra forma de "ser y pensar" de progresiva evolución en todos los campos. Existen testimonios que lo confirman, desde los primeros tiempos de nuestra cultura hasta nuestros días. Esta Tierra nuestra tiene un sello inconfundible que define a sus hombres y mujeres, entre ellos y con especial rango, a aquellos que emigraron buscando la evolución socio económico y cultural... Los que salieron en busca de esos elementos indispensables y en distintas épocas, para potenciar nuestro desarrollo, progreso y destino económico, entonces con sus agobiantes problemas. Aquellas embajadas migratorias, trajeron de otras razas y costumbres, la riqueza de nuevas experiencias que contribuyeron más tarde a agilizar nuestras precarias posibilidades económicas. El campo reverdeció y los pueblos se embellecieron con modernas construcciones, sus hijos pudieron ir a la Universidad. El canario despierta así de su aparente letargo; y se integra más confiado a su trabajo. Sentía renovarse su espíritu y gran parte de ese entusiasmo fue generado  gracias al sacrificio de esos hombres y mujeres que emigraron. El comercio resplandeció "sin la ayuda de nadie" se crean nuevas industrias, la gente cambió de semblante por que estaban contentos, hubo trabajo en Venezuela para todos, por eso nos fuimos... Y lo lamentable hoy es que muchos olvidadizos no recuerden el verdadero origen de sus patrimonios y le dan las espaldas a ese laborioso pasado lleno de penas y lucha para lograr lo que al final se trajeron...  Mas, habrá siempre un recuerdo para aquellos que no vieron realizados sus sueños y quedaron para siempre truncados, después de haber renunciado a todo cuanto tenían. Un recuerdo de reconocimiento y respeto por el valor demostrado; y para los afortunados, que son muchísimos, felicidad y vida para gozarla, que contribuyeron a hacer más grande y firme a nuestra Islas Canarias... Vida, lucha, honra y ejemplo de nuestra raza, fue el destino de esos hombres y mujeres valientes.
Lo cierto es, que a través de los años hemos almacenado un caudal valiosísimo de conceptos y formas que revalorizan con esa sabia cultural y universalista, nuestro propio engranaje social, tanto en las Artes y las Letras, que merecen una atención especial; y en lo humano, es quizás, también, donde hemos aprovechado lo mejor y nos sentimos más seguros cada vez en nuestro proyectado destino.
Con estas personales reflexiones deseo enviar un cálido abrazo de confraternidad a cuantos están ausentes... Los que tuvieron que emigrar a otros pueblos del ancho mundo, por la misma razón que a todos nos movió: buscando "otros aires" o savia nueva, para fortalecer nuestra noble identidad como pueblo canario, compartiendo nuestra cultura y aceptando la de ellos por donde quiera que vamos. Dando ejemplo de honestidad e integrándonos sin reparos a los nuevos moldes, respetándolos e imitándolos para crecer más. A todos, un merecido homenaje con mis humildes pero sinceras palabras y que Dios les ayude a conseguir los objetivos soñados; y que no olviden el camino del regreso siquiera para alguna vez reencontrarnos, que esta es vuestra verdadera tierra...FELICES FIESTAS Y UN AÑO VERDADERAMENTE MUCHO MÁS FELIZ.
Asómense alguna vez en el camino donde la huella de vuestros primeros pasos no se ha borrado, y donde siempre alguien les espera, el hogar de vuestros viejos y las cosas del pueblo... Asómense alguna vez aunque sea de pasada... Siempre habrá alguien esperando; acuérdense de todos aquellos que con lágrimas en los ojos, les dieron la triste despedida, ¡hace tantos años!.. Entonces todo era diferente, hoy hemos progresado algo y nos sentimos más fuertes estando unidos también con ustedes.

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