EL PUERTO ES SIEMPRE EL PUERTO

EL CONSORCIO QUE VIENE

ARTÍCULO DE: Salvador García Llanos

Parece un ritmo de Fórmula 1 pero el anuncio no se hizo esperar en la primera reunión del Consorcio para la Rehabilitación Turística del Puerto de la Cruz: habrá Plan Director y gerente a finales de noviembre.

Ojalá no sea la clásica declaración para llamar la atención. Es más, ojalá que los acontecimientos vividos en el Gobierno de Canarias esta semana, que afectan a la consejería de Turismo, involucrada directamente en la estructura y funcionamiento del Consorcio, no sean una causa de freno.

Y con ese anuncio, otra manifestación de voluntad: que la sede del Consorcio sea el antiguo hotel/casino Taoro, propiedad del Cabildo Insular. Aquí, hay espacio de sobra (seguro que la entidad no precisa tampoco de la totalidad del inmueble) y si se le puede dar uso, mejor. Antes que su actual cierre propicie unos riesgos y un deterioro que siempre comportan un costo. Pero que ello no desvíe del objetivo principal: restituir el uso residencial turístico de la señorial construcción, recuperar el hotel de lujo que cualifique la oferta turística de la ciudad.

Pero, bueno, lo esencial es que ese Consorcio entre en funcionamiento. Es una prueba para que las administraciones implicadas demuestren su eficacia y que se pueden hacer muchas y buenas cosas en común y en coordinación. Pero, sobre todo, es una oportunidad que, en plena crisis, brota para que el Puerto de la Cruz reinicie -en el pasado hubo intentos pero diversas circunstancias frenaron las iniciativas- su objetivo de superar la decadencia, de ser un destino altamente competitivo.

Tiene que haber conciencia y sensibilidad en ese sentido. De todos, ¡eh!, no sólo de responsables políticos. Que nadie se llame a engaños ni se entretenga en controversias estériles: el Puerto precisa de una acción sostenible que permita borrar algunos clichés, superar el anquilosamiento y producir una oferta diferenciada.

A ver si es capaz, en este sentido, de aprovechar su experiencia, su pasado rico en activos y profesionalidad, sus potencialidades y su proyección, no contemplada con nostalgia sino como un trampolín desde el que lanzarse hacia el porvenir. Se ha vivido demasiado de las rentas; ahora hay que escribir nuevas páginas: ese es el reto y esa es la responsabilidad. Hay que lanzarse en pos del esplendor, sabiendo que poco volverá a ser como antes pues usos, hábitos, mercados, tendencias y los fundamentos del negocio turístico han cambiado y de qué forma.

Confiemos en que haya Plan y gerente a finales del mes próximo. Sería la mejor prueba de que se ha empezado a trabajar con eficiencia. La población lo está esperando, desea ver hechos positivos. Quiere que el Puerto de la Cruz recobre encantos y ofrezca atractivos e innovaciones que lo conviertan en un destino vanguardista. Quiere, en definitiva, salir del marasmo y de la crisis.

Hay opción. Hagamos todo lo posible para no desperdiciarla.