VENEZUELA CLAMA MÁS SENSATEZ POPULAR Y POLÍTICA
ARTÍCULO DE: Celestino González Herreros
Cuando parecía estar olvidado de escribir algo más sobre Venezuela, me recriminan varios lectores de mis escritos dedicados a la Octava Isla, por no continuar haciéndolo.
La razón ha sido este desconcierto mío que impide definirme acerca de mis propias valoraciones ante el confusionismo existente en ese maltratado país. Ante el blanco papel, siento la sensación de andar sobre un "campo minado" de rencores y muertes, dadas las múltiples controversias: unos dicen una cosa, y los otros lo contrario. ¿A quienes vamos a creer?.. Así es difícil gobernar con acierto, y mucho más, sacar conclusiones ciertas. Por eso me contengo, no me escondo, eso nunca. Sí me retraigo, esperando ver o saber, en qué acaba todo esto.
Al señor Hugo Chávez no lo nombro, le respeto sí, por sus esfuerzos innegables en su afán de querer poder ayudar a todos los venezolanos por igual. No estoy haciendo apología "chavista", que quede bien claro. Hay una amplia mayoría de personas pobres -qué ironía- que han vivido toda su vida marginados, malamente nutridos, sin posibilidades económicas para acceder a estudios medios y superiores. No bastaron las facilidades que hayan recibido (¿?) de los gobiernos anteriores, e incluso, las que pudieran estar recibiendo del Gobierno actual. Hay muchas más razones que hacen casi imposible los alojamientos, desplazamientos, etc. Sin olvidar, dónde se han desarrollado, ese ambiente viciado resultante de tanta pobreza y miserias. Sé que duele y cuesta reconocerlo, pero es muy cierto, la vida es otra cosa y merecen tener conciencia de ello. Entonces, esto es una lucha de clases sociales y económicas, muy difícil de resolver, pero no imposible. Más aún, viendo al pueblo dividido, utilizado por los distintos "líderes" que, claramente, quieren asegurarse una apetecida permanencia en el Poder, si lo lograran. Y después, si les vi no me acuerdo.
Lo que si es cierto, es que, para un opositor, todo lo que decida el contrario, está mal hecho. Parece como si en política eso fuera normal, rebatir la iniciativa del oponente.
Venezuela podría ser una nación envidiable. Ahora es de pena. Sólo que para conseguirlo hay que cambiar de mentalidad, de conducta social, ser responsables con sus decisiones, buscar el bien común y trabajar en armonía… Todos debieran meter el hombro solidariamente, que la carga es muy pesada y un simple equipo de hombres no puede solos. Honestidad ante todo. Crear puestos de trabajos para acabar con la delincuencia callejera. Crear una nueva Ley de Justicia. Control fiscal más duro aún, contra los morosos... Vigilancia escolar. Cultura para todos, etc., son pilares importantes para sostener la estructura de la vida nacional; es luchando por ella.
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