Miguel Agustín García Rodríguez. Estas preguntas me las hacen mis amigos y amigas cuando les hablo de política, yo siempre les respondo que hay una máxima por la que me guio “si quieres que algo cambie, intenta cambiarlo”.
Estoy cansado de oír que todos los políticos son iguales, que sólo miran por sus intereses, que no les importa la gente; quería comprobarlo por mí mismo, me negaba a creer que todo este sistema no sirviera, ya que soy un demócrata convencido. Por eso inicié esta aventura hace ya algunos años, viviendo un partido por dentro, participando, aportando mi pequeño granito de arena. Llevo muchos años en una ONG intentando ayudar y siempre teníamos que lidiar con políticos a los cuales pedíamos recursos para poder realizar actividades sociales; no entendía como se nos podía negar algo que ayudaría a personas. En esos momentos pensaba, ¿Puedo cambiar esto? ¿Qué haría yo si tuviese la responsabilidad política?
Y ahora aquí estoy, embarcado en una carrera electoral para poder representar a unos vecinos y vecinas. Creo que este es el mayor orgullo que se tiene en política, que otras personas confíen en ti para gestionar lo que es de todos y todas.
También mis amigos me suelen preguntar ¿Por qué el PSOE? Siempre me he considerado un trabajador, una persona progresista y esas ideas coinciden con las del PSOE y con sus principios en los que creo fervientemente: libertad, igualdad y solidaridad. La mayoría de las personas con las que he coincidido en el partido son como yo, con las mismas ideas, y he podido comprobar que esas personas son casi todas iguales, buenas personas, que creen en algo, que lo quieren defender y quieren ayudar a mejorar la vida de sus vecinos y vecinas. De estas personas se nutre nuestra lista electoral, gente con ILUSIÓN, con ganas de hacer algo bueno, de sentirse orgulloso por haber aportado algo a la mejora de la vida de todos y todas. Gente preparada, la mayoría con su vida resuelta, con trabajo, con estudios, los más jóvenes estudiando y teniendo muy claro que su formación es lo primero, que no quieren vivir de la política, pero comprometidos con su pueblo.
Somos vecinos y vecinas normales, que hemos decido dar un paso al frente, dar la cara por unos ideales, y por nuestro pueblo. Considero que todos los sacrificios que se hacen, y no se conocen hasta que se está dentro, merecen la pena si podemos al menos ayudar a una persona, aunque esperamos ayudar a muchas más.
Probablemente algunos pensarán que esto es idealismo y probablemente tengan razón, pero si no lo intentamos nunca sabremos si se puede hacer.
Por tanto a la pregunta de ¿Qué haces ahí? No hay otra respuesta que: ¡mucho más que seguir sólo mirando desde allí!
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