miércoles, 4 de mayo de 2011

EL PLANETA,

¿100 años de honradez?

In Actualidad, Opinión on 3 mayo, 2011 at 0:01
Manuel Trujillo Artiles
[Pollo de la Barranquera 1º]


Por mucho que lo intente, no se puede tapar el sol con un dedo.
No es la intención, cuando nunca lo ha sido, contestar a los cibernautas por varios motivos. Entre otros, porque los hay que se ocultan en anónimos que nadie, salvo el director, sabe de quién se trata y es contestar a puro fantasmas.
Pero me veo en la obligación de aclarar algunas cosas con respeto a mis comentarios en el periódico digital Independencia y Socialismo a quien le debo la gracias por la oportunidad de exponer mis puntos de vista que, aún no siendo del agrado del Director del medio citado, sí ha respetado la pluralidad de opiniones, lo que demuestra el respeto ajeno al margen de posiciones ideológicas. No sucede lo mismo con otros medios a los que no citaré pero a los que me dirigía con bastante frecuencia y ante la censura decido no perder el tiempo en dirigirme a ellos.
Dicho esto como presentación a lo que intento demostrar desde el lugar ideológicamente y social al que pertenezco desde que tengo uso de razón. Lo cual lo adquirí cuando tenía unos 15 años. Actualmente la naturaleza me ha permitido llegar hasta los 74, por ahora.
Debe ser que soy demasiado estúpido por ser fiel al conocimiento de que tengo el corazón en el lado izquierdo y al que no quiero traicionar.
Vayamos al título.
Muchos han sido los socialistas los que me han escrito por los comentarios en la comparación de calificarlos de derecha.
Primero: ¿Qué es socialismo? “Sistema de organización social y económica que se basa en el control por el estado de parte de las actividades económicas para conseguir un reparto equitativo de la riqueza y que prevalezcan los intereses de los colectivos a los individuales”. Es lo que dice, en parte, el diccionario de la lengua española. ¿Tiene esto algo que ver con la realidad? Para colmo de los males se dice ¡¡hasta obrero!!
Bien, veamos la historia muy rápida. “Allá por los años 1879 tendría lugar dos hechos de extraordinaria importancia en el futuro estatal: la fundación del Partido Socialista y la celebración del Primer Congreso Catalanista, En efecto, aunque el congreso constituyente del Partido Socialista Obrero Español como tal no se reunirá hasta agosto de 1888, el 2 de mayo de 1876 nace oficialmente el que será su inmediato antecedente, formado en torno a una escisión marxista de la AIT. El grupo fundador lo dirigen Pablo Iglesia y José Mesa, editores de la revista clandestina La Emancipación, en la que ya habían publicado el Manifiesto Comunista y algunas obras de Mars y Engels.
“Con el nombre de Agrupación Socialista de España, lo padres del PSOE hacen público su programa político, que en el que afirman que la sociedad solo puede basarse en la ‘lucha de clases‘ y que los miembros de la clase dominante enriquecida a costa del empobrecimiento de las clases dominadas, mantienen sus privilegios por ser los poseedores de la tierra, de las máquinas y del conjunto de los medios de producción.
“En el texto se declara el propósito de pelear ‘por la abolición de clases‘, lo que supone la ‘emancipación de la propiedad individual en propiedad social o de la sociedad entera‘ y por la ‘posición del poder político por la clase trabajadora‘. Los nuevos socialistas se comprometen además, a luchar por el reconocimiento del derecho de huelga, por la reducción de la jornada laboral y por la prohibición de la explotación infantil, entre otras prioridades”. Texto extraído del libro “Hasta la coronilla. Autopsia a los Borbones”, de Iñaki Errazkin.
Este remata el texto con lo siguiente: “Si hay entre quien esto lea algún votante del partido de José Luis Rodríguez Zapatero, de Odón Elorza, de Alfredo Pérez Rubalcaba, de Felipe González y de los GAL, podría exclamar aquí con toda la razón: ‘¡Este no es mi PSOE, que me lo han cambiado!”.
Sigamos citando documentos aparecidos en diferentes libros. Por ejemplo lo que nos dice Alfredo Grimaldos en su libro “La CIA en España”. Este es un texto que empieza en la pagina 141 y termina en la 158. Bastante extenso para lo que pretendemos. Aunque sugerimos que no falte en la mesa de noche o debajo de la almohada de todos esos “socialistas” o sociolistos de la nueva honda. Pero hagamos un esfuerzo para ver como ha “evolucionado” este PSOE que fue capaz, a bombo y platillo, de celebrar los “100 años de honradez” en el año 1987. ¡¡¡DE VERGÜENZA!!!
Este libro dice así: “Sólo seis mes después de la Revolución de los Claveles, el 14 de octubre de 1974, se celebra en la ciudad de Suresnes, cercana a París, el XIII Congreso del PSOE, que va a llevar a un tal “Isidoro” hasta la cúpula de la organización. Desde el 14 de julio pasado, Franco sufre una complicada flebitis y se ha llegado a temer por su vida. La situación que se está creando en la península Ibérica resulta muy preocupante para los norteamericanos, se les ha ido de las manos el asunto portugués y van a impedir, a toda costa, que la historia se repita en España”.
Más adelante sigue el relato: “Felipe González consigue suceder como secretario general del partido al veterano militante socialista Rodolfo Llopis, que no reconoce las resoluciones adoptadas en Suresnes….”
“…González y otros miembros de la nueva dirección del partido han conseguido llegar a Francia gracias al apoyo prestado por el propio Servicio Central de Presidencia de Gobierno. Los oficiales del organismo de inteligencia creado por el almirante Carrero Blanco son los encargados de proporcionarles los pasaportes. Cuando Felipe González volvió de Francia, después de haber sido elegido, un comisario de Sevilla le detuvo, creyendo que había dado un pelotazo. Se llevó una bronca tremenda y tuvo que soltarle enseguida…
“Otros dos miembros relevantes del SECED, Andrés Cassinello y José Faura, mantienen una larga entrevista con Felipe González y con Alfonso Guerra, inmediatamente después de que el clan sevillano se haga con los mandos del PSOE.
“Entre 1964 y 1975 estuve precisamente en la información del mundo universitario, muy estrechamente relacionado con la política entonces clandestina. Y lo que vi fue que, a partir de cierto momento, la dictadura propició el resurgir del PSOE, para ahogar al PCE” declara el comisario Manuel Ballestero”.
“’A los socialistas no se les detenía, a los comunistas sí‘. ‘Estando yo en la Brigada Social, esa era una indicación de los mandos. Más aun: la policía no sólo miraba para otro lado, haciendo la vista gorda, sino que a veces ayudaba a pasar la valija con la propaganda y los documentos internos del partido que los de Rodolfo Llopis (el PSOE exterior) enviaban de allá para acá”.
Sigamos. Dice el comandante Miguel Paredes, del SECED: “…El mayor peso moral lo tenía Nicolás Redondo. Felipe González nos pareció un conversador ágil, brillante, con “charme”…Pero de pronto sacó un largo Cohíba, lo encendió con parsimonia y se lo fumó como un sibarita. A mí ese pequeño detalle me chocó, me extrañó. Era un trazo burgués que no encajaba con sus calzones vaqueros, ni con su camisa barata de cuadros, ni con su izquierdismo… En mi informe oficial no mencioné esa bobada del habano ni lo que me sugirió. Pero en mi agenda privada de notas sí que escribí: ‘Felipe González, el sevillano, parece apasionado pero es frío. Hay en él algo falso, engañador. No me ha parecido un hombre de ideales, sino de ambiciones”.
Nos continúa contando Alfredo Grimaldos: “La escasa incidencia del PSOE en la realidad política española de los primeros años setenta la reconoce el propio Francisco Bustelo, uno de los militantes elegido como miembros de la Comisión Ejecutiva del partido en Suresnes. Sin embargo, todo cambia a partir de ese congreso.
“La embajada en Madrid empezaron a recibir entonces instrucciones de que se pusieran en contacto con nosotros. Acompañé a González a visitar a algunos embajadores, entre ellos el estadounidense, y tuve que entrevistarme con otros funcionarios norteamericanos de menor categoría. A los norteamericanos les causé buena impresión. Durante los años siguientes me solía llamar el consejero político de esa embajada, persona muy enterada de lo que sucedía en España, para que comiésemos juntos.
“Los servicios secretos norteamericanos y la socialdemocracia alemana se turnan celosamente en la dirección de la Transición española, con dos objetivos: impedir una revolución tras la muerte de Franco y aniquilar a la izquierda comunista. Este fino trabajo de construir un partido ‘de izquierda’, para impedir precisamente que la izquierda se haga con el poder en España, es obra de la CIA, en colaboración con la Internacional Socialista.
“El crecimiento espectacular del PCE y la desaparición de los sindicatos y partido anteriores a la Guerra Civil, especialmente la UGT y el PSOE, hacen temer una supremacía comunista en la salida del franquismo. Los cerebros de la Transición comienzan a marcarse objetivos muy concretos.
“Convencidos de que este PSOE no logrará tener la suficiente implantación para competir con ventaja, frente a los comunistas españoles, al final del franquismo los servicios de información norteamericanos y alemanes se ponen manos a la obra para construir un muevo partido, más vistoso en lo externo y manejable en el interno”.
Pero sigamos leyendo un poco más:
Algunos socialistas no esperan a que la CIA llame a su puerta y son ellos mismos los que ofrecen espontáneamente sus servicios a los norteamericanos. Es el caso de Carlos Zayas Mariategui, desde la ASU (Agrupación Socialista Universitaria), quien, según documenta Joan Garcés, ‘aparece informando asiduamente a la Embajada sobre personas de sensibilidad socialista susceptibles de sumarse a combatir al Partido Comunista si recibieran los apoyos materiales que buscaban‘.
“Zayas señala, entre otros, a Joan Raventós Carner en Barcelona, a José Federico de Carvajal y a Mariano Rubio, al tiempo que desvelaba como principal agente del Partido Comunista en Madrid a Federico Sánchez.
“Zayas será diputado del PSOE por Huesca en 1977; Raventós, embajador en Francia, después de haber participado en la famosa comida de Lérida en la que el General Armada les cuenta a Enrique Mújica y a él sus planes golpistas; José Federico de Carvajal llegará a presidente del Senado y Mariano Rubio, a gobernador del Banco de España, cargo del que dimite tras ser condenado por sus prácticas delictivas, Federico Sánchez (alias de Jorge Semprún), convertido al anticomunismo, será ministro de Cultura con Felipe González entre 1988 y 1991”.
Pudiéramos continuar con lo que nos dice el libro en cuestión, sobre todo de las relaciones del PSOE con la CIA. Lo dejaremos con lo siguiente: “El 17 de mayo de 1979, durante la celebración del XXVIII Congreso del PSOE, Felipe González impone que desaparezca el término “marxismo” de los estatutos del partido. Los militares norteamericanos que tanto preguntaban por este asunto a los oficiales españoles, durante los cursos de formación realizados en Estados Unidos, ya pueden quedarse completamente tranquilos.
“Justo de la Cueva, miembro de la comisión mixta de reunificación de PSOE madrileño (proviene del sector histórico), desalentado, deja la militancia en ese momento y declara: ‘El PSOE va donde diga la CIA a través de Willy Brandt. Hasta en el propio Bundestag alemán se acaba de denunciar que la Fundación Friedrich Ebert del SPD recibe dinero directamente de la CIA‘.
“José Mario Armero intervino, como mediador, en las conversaciones que condujeron a la legalización del PCE, después de negociar con Santiago Carillo [otro traidor que acabó en las filas de esa cosa llamado PSOE. Añadido de quien suscribe] la aceptación de la Monarquía. El 20 de octubre de 1983 escribe:
“’La realidad demuestra que hoy en España gobierna un partido socialdemócrata, europeo, occidentalista, y decididamente atlantista. En un año de gobierno, los hombres del PSOE han cumplido un papel realmente singular: la casi destrucción de la izquierda tradicional española, en buena parte marxista y revolucionaria, que seguía una tradición muy distinta a los nuevos derroteros que han tomado los jóvenes dirigentes socialistas. Realmente nada tienen que ver con Pablo Iglesia, ni con Francisco Largo Caballero, ni siquiera con Rodolfo Llopis. Y han conseguido sustituir lo que siempre se ha considera como una izquierda por una socialdemocracia, que es un amplio fenómeno donde cabe la libre empresa, la propiedad privada, los europeos, los norteamericanos y la OTAN”.
Efectivamente destruyó todo el tejido social, hundió a las capas populares y a los trabajadores nos metió en un callejón sin salida.
Del “OTAN, de entrada, no” se pasa al “Así, sí”, y enseguida, al ingreso en la Alianza “en interés de España”. No bastado con ello nos meten al traidor Javier Solana a la secretaría de la asesina organización. Dicho señor anda suelto sin juzgarlo por los crimines llevados a cabo en Yugoslavia, en marzo de 1999.
No digamos nada de los robos efectuados a las arcas del Estado como tampoco el crimen de Estado.
Con esto me basta. Me indigna continuar ante tantas ignominia, mentiras, engaños, racanería, sinvergüencerías, traidores y ladrones de unas sagradas siglas como son aquellas del PSOE.
No sabemos qué nos diría Wikileaks si por entonces existiera. Por lo menos sería interesante que se desclasificaran papeles en poder de los yanquis. Muchas sorpresas nos llevaríamos sobre todo en la mal llamada “transición” del franquismo al paso del régimen borbónico. Como también lo que pasó el 23 de febrero de 1981.Seguro que muchas sorpresas habrían, muchas. Serán para nuestros hijos o nietos.
Por lo visto más que un partido serio parece un partido bananero al servicio del imperio yanqui. ¿O sí?
Ratificamos: El “PSOE” es la derecha y el “PP” es la extrema derecha. Los dos están imputados por lo mismo. O… tu más.
Ya el bipartidismo estaba inventado desde: “El 25 de noviembre de 1885, Alfonso XII, genio y figura se despidió de este mundo de la manera más borbónica que uno pueda imaginar. En el Palacio de El Pardo, en su lecho del dolor, a punto de morir, dirigió a su esposa Cristina, la que sería reina Regente de España durante 16 años y medio, el siguiente consejo: ‘Cristina, guarda el coño, y en política ya lo sabes: de Canovas a Sagasta y de Sagasta a Canovas”. Del primer libro.
Saquen ustedes sus propias conclusiones.
En la sociedad burguesa, el trabajo vivo no es más que un medio de incrementar el trabajo acumulado. En la sociedad comunista, el trabajo acumulado no es más que un medio de ampliar, enriquecer y hacer más fácil la vida de los trabajadores (Carlos Marx y Federico Engels. Manifiesto del Partido Comunista, 1948).
Cada una está en el lugar que cree que debe estar, aun con el riesgo de estar equivocado.
Lo dicho: No se puede tapar el sol con un dedo.
¡¡¡¡LIBERTAD PARA CINCO CUBANOS PRESOS INOCENTES EN LOS ESTADOS UNIDOS!!!!
La Habana, 30-04-11

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